Exigen fin a comida chatarra en escuelas para combatir la obesidad
Para combatir la epidemia de obesidad en los alumnos de Ciudad Juárez, se requiere que las autoridades y organismos de Salud evalúen la comida que ingieren en los planteles educativos, señaló Abril Hinojos Ubiña, quien recientemente dio a conocer una investigación sobre los problemas de salud en estudiantes de primaria y secundaria.
Consideró de suma importancia que se revise a qué comida tienen acceso los pequeños, así como los programas de actividades físicas en las instituciones.
Lamentablemente, dijo, en alumnos analizados en la investigación “Componentes del Síndrome Metabólico en Niños y Adolescentes de Ciudad Juárez, Chihuahua”, se detectó que el primer alimento que consumían eran grasas animales y harinas, en tanto que las bebidas más frecuentes son sodas y jugos.
Dicho estudio elaborado durante dos años por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), analizó a 7 mil 189 menores de 14 escuelas, de los cuales 568 presentaron problemas de sobrepeso y obesidad, pero sólo fueron revisados de forma más exhaustiva 211, debido a que sus padres no consideraron su exceso en peso como un riesgo.
De los 211, ocho presentaron prediabetes y uno diabetes, las cuales son padecimientos propios de personas mayores de 40 años.
“El niño y el adolescente con obesidad tiene los mismos problemas de salud que el adulto, pero con las características biológicas, fisiológicas y hormonales de él, estas enfermedades van a presentarse completas todas a corto plazo, se estima que de dos a cinco años”, enfatizó la médico endocrinóloga.
Agregó que los alumnos cursan una alta prevalencia de factores de riesgo cardiovascular, los cuales no son atendidos.
La investigación la compartirá con las autoridades de Salud, organismos y escuelas superiores, con el propósito de establecer programas preventivos a fin de disminuir la morbilidad y mortalidad, puesto que se espera que en pocos años estos niños y adolescentes tengan desenlaces fatales, incluso antes que sus padres.
De acuerdo con parámetros internacionales, se recomienda que los estudiantes practiquen 150 minutos de ejercicio a la semana.
Sin embargo precisó que no sólo no tienen actividad física, sino que sus comen alimentos procesados ricos en grasas y azúcares, y aún más porque la mayoría pasa el tiempo solo porque sus padres trabajan.
En la frontera se consume mucho la comida rápida y la chatarra como “papitas”, lo cual aumenta el riesgo, por lo cual urgió a emprender acciones.
En este sentido, el Sistema Municipal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), desarrolla un proyecto a favor de la nutrición infantil.
Otilia Herfter Rivera, directora de la instancia, informó que se contará con una “Unidad móvil de atención nutricional”, la cual consiste en llevar un consultorio a comedores escolares, que será atendido por un equipo de siete personas, quienes harán una evaluación en cuanto a la alimentación de los niños, así como orientación de cómo deben comer los pequeños de manera saludable.
La información se otorgará de manera gratuita a padres de familia y a los menores con el fin de llevar un tratamiento nutricional adecuado y de esta forma evitar la obesidad.
Se pretende que el proyecto tenga una duración de dos años, se contará con una experta en alimentación, cinco estudiantes de la licenciatura de Nutrición y una persona de Trabajo Social, las visitas serán programadas a escuelas públicas.
El trabajo de investigación consistirá en la prevalencia de sobrepeso y obesidad en niños, la destrucción infantil, la influencia de la alimentación en el rendimiento escolar y la manera en que afecta la situación económica familiar en la alimentación de los niños.
Por ahora se han realizado visitas en comedores escolares y en lo que va del mes han sido atendidos 771 niños de seis a 12 años de edad. El trabajo se hace en coordinación con el Gobierno Municipal, DIF Estatal, así como la Fundación Pedro Zaragoza, se dio a conocer.
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