Por Laura Poy Solano para La Jornada Frente a una de las peores crisis económicas que se han vivido en México, el consumo de insectos y alimentos no convencionales son una alternativa económica y altamente nutritiva para garantizar la ingesta diaria de proteínas y vitaminas, afirmó Virginia Melo Ruiz, catedrática del departamento de sistemas biológicos de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). Agregó que en nuestro país existen por lo menos 400 especies de insectos catalogados como comestibles, entre los que encontramos: gusanos, chapulines, abejas, huevas de hormiga, cucarachas de agua, escarabajos, larvas y hormigas. No obstante, reconoció que sólo 8 por ciento de la población urbana consume insectos en su dieta diaria, mientras que esta cifra alcanza 25 por ciento en localidades rurales. En entrevista con La Jornada, destacó que a diferencia de la época prehispánica, en la que había una alimentación muy variada, la sociedad actual ha ido reduciendo su fuente de nutrimentos a u