Regiones con altos niveles de pobreza sufrirán cambio climático
Bangkok y Roma. EFE, DPA y Redacción. Unos 25 millones de niños padecerán hambre en un plazo de cuatro décadas, debido a la escasez de alimentos que producirá el aumento de temperaturas globales, según un informe del Instituto Internacional de Política Alimentaria (Ifpri, por sus siglas en inglés).
El estudio se divulgó en días pasados durante la reunión sobre cambio climático de la ONU que se celebró en Bangkok, la capital de Tailandia.
El texto sugiere que la agricultura y la calidad de vida humana se dañarán por el cambio climático, ya que disminuirá la ingesta de calorías en la dieta de las personas.
Según estos datos, en el año 2050 esta situación agravará hasta un 20% las posibilidades que hoy tienen los niños para recuperarse de la desnutrición.
En el marco de este encuentro, el Banco Mundial divulgó otro estudio en el que precisa que los países en desarrollo necesitarán entre $75.000 a $100.000 millones anuales en los próximos 40 años para combatir el cambio climático.
Seguridad alimentaria en riesgo. El reporte de la Ifpri insiste en que con el aumento de gases de efecto invernadero subirá la temperatura del planeta y, entre otras consecuencias, provocará estaciones cambiantes.
Esto ya sucede en Etiopía, Kenia, Somalia y Uganda, que sufren un alza desmesurada en los precios de los alimentos a causa de las sequías y malas cosechas.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), África es especialmente vulnerable a sequías, inundaciones y ciclones. En los países con bajos ingresos y elevados índices de hambre y pobreza, esto los llevaría a una mayor dependencia de otras naciones en cuanto a importaciones alimentarias.
Un estudio de la FAO, también presentado en Bangkok, indica que el impacto negativo más fuerte del cambio climático en la agricultura se espera se produzca en África subsahariana.
La FAO también prevé que la disponibilidad, acceso, uso y estabilidad de la seguridad alimentaria disminuyan, por cuanto no todos podrán tener acceso físico y/o económico a alimentos que sean nutritivos y estén libres de organismos que puedan enfermar a la gente.
Este documento reafirma la tesis de que las regiones más pobres y con los niveles más elevados de hambre crónica estarán entre las más afectadas por el cambio climático. “Los países en desarrollo pueden experimentar un caída de entre el 9% y el 21% de su productividad agrícola total como resultado del calentamiento global”, según el informe.
Para entablar conversaciones sobre este tema, delegados de 179 países participaron en la conferencia de Bangkok, que comenzó el 28 de setiembre y concluyó el 9 de octubre. Los logros y obstáculos de este encuentro pasarán a la reunión a realizar en Barcelona (España) en noviembre, previa la Cumbre del Cambio Climático de Copenhague.
El estudio se divulgó en días pasados durante la reunión sobre cambio climático de la ONU que se celebró en Bangkok, la capital de Tailandia.
El texto sugiere que la agricultura y la calidad de vida humana se dañarán por el cambio climático, ya que disminuirá la ingesta de calorías en la dieta de las personas.
Según estos datos, en el año 2050 esta situación agravará hasta un 20% las posibilidades que hoy tienen los niños para recuperarse de la desnutrición.
En el marco de este encuentro, el Banco Mundial divulgó otro estudio en el que precisa que los países en desarrollo necesitarán entre $75.000 a $100.000 millones anuales en los próximos 40 años para combatir el cambio climático.
Seguridad alimentaria en riesgo. El reporte de la Ifpri insiste en que con el aumento de gases de efecto invernadero subirá la temperatura del planeta y, entre otras consecuencias, provocará estaciones cambiantes.
Esto ya sucede en Etiopía, Kenia, Somalia y Uganda, que sufren un alza desmesurada en los precios de los alimentos a causa de las sequías y malas cosechas.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), África es especialmente vulnerable a sequías, inundaciones y ciclones. En los países con bajos ingresos y elevados índices de hambre y pobreza, esto los llevaría a una mayor dependencia de otras naciones en cuanto a importaciones alimentarias.
Un estudio de la FAO, también presentado en Bangkok, indica que el impacto negativo más fuerte del cambio climático en la agricultura se espera se produzca en África subsahariana.
La FAO también prevé que la disponibilidad, acceso, uso y estabilidad de la seguridad alimentaria disminuyan, por cuanto no todos podrán tener acceso físico y/o económico a alimentos que sean nutritivos y estén libres de organismos que puedan enfermar a la gente.
Este documento reafirma la tesis de que las regiones más pobres y con los niveles más elevados de hambre crónica estarán entre las más afectadas por el cambio climático. “Los países en desarrollo pueden experimentar un caída de entre el 9% y el 21% de su productividad agrícola total como resultado del calentamiento global”, según el informe.
Para entablar conversaciones sobre este tema, delegados de 179 países participaron en la conferencia de Bangkok, que comenzó el 28 de setiembre y concluyó el 9 de octubre. Los logros y obstáculos de este encuentro pasarán a la reunión a realizar en Barcelona (España) en noviembre, previa la Cumbre del Cambio Climático de Copenhague.
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