Alimentos que revitalizan. Nutrición y energía al instante
Por Daniel Galilea para EFE.
Los alimentos no sólo entregan nutrientes al organismo, también le ayudan a repararse del desgaste que sufre y aportándole energía, calor y materia. Además de ser el combustible fundamental, junto con el agua y el aire, para que el cuerpo funcione bien, pueden ayudar a vivir más y mejor si se eligen adecuadamente.
Somos lo que comemos
"Que tu alimento sea tu medicina y tu medicina tu alimento", afirmaba hace alrededor de 25 siglos el sabio griego Hipócrates de Kos, considerado por los libros de historia como el padre de la medicina moderna en el mundo occidental.
Su concepto se sigue aplicando actualmente, sobre todo en la vertiente más naturista de la medicina, que ha hecho de la 'terapia de la nutrición' uno de sus pilares fundamentales.
La investigación científica aporta continuamente nuevas herramientas y evidencias a esta rama médica, como el reciente Estudio Erasmus, de la Universidad de Rotterdam, en Holanda, que recomienda una serie de alimentos que deben estar presentes en la dieta para fortalecer el organismo y mantener la salud.
Según la médica nutricionista Esther de la Paz, "mantener una dieta de la que formen parte el vino, el pescado, el chocolate negro, frutas, verduras, almendras y ajo, ha aumentado la esperanza de vida una media de 6.6 años en los hombres, y en las mujeres unos cinco años".
"Estas comidas no sólo aumentan las defensas inmunológicas, sino que además revitalizan todo el cuerpo porque la sangre lleva el oxígeno, así como las vitaminas, minerales y nutrientes a los tejidos, además de transportar los desechos y toxinas que recoge nuestro sistema linfático", explicó la doctora De la Paz.
Estos son los alimentos que no deben faltar en tu mesa semanal si quieres cumplir muchos años y con la máxima vitalidad:
Vino: bueno, con moderación. Permite prevenir algunas enfermedades cardiovasculares y determinados cánceres, gracias a la acción antioxidante de sus polifenoles y del resveratrol. El más saludable es el tinto, pues son sus colorantes naturales los que le confieren sus cualidades saludables.
Chocolate negro, un sano placer. Un tercio de su grasa es ácido oleico, el cual disminuye el colesterol en la sangre. Además es muy rico en flavonoides con un efecto cardioprotector y preventivo de la arterioscleosis.
Almendras, una 'bomba nutritiva'. Son el fruto seco con mayor densidad de nutrientes, al ofrecer magnesio, proteínas, cobre, riboflavina, fibras, calcio y grasa monoinsaturada. Son una excelente fuente de vitamina E, un antioxidante que ayuda a retrasar el envejecimiento y a prevenir enfermedades cardíacas.
Ajo, mucho más que una especia. Ayuda a combatir un buen número de hongos, bacterias y virus, aumenta las secreciones bronquiales, estimula las mucosas gastrointestinales, es diurético y antiinflamatorio. Su consumo frecuente ayuda a que la sangre fluya con mayor facilidad y que disminuya la presión sanguínea.
Frutas a diario. Fuente de fibra vegetal y vitaminas, sus vivos colores se deben a su riqueza en pigmentos antioxidantes, que pueden ayudar a protegernos de las dolencias como el cáncer, así como los infartos y la hipertensión. Es preferible tomarlas frescas y de la temporada.
Pescado. Casi todos son ricos en vitamina B12, vital para el sistema nervioso, y en yodo, esencial para la glándula tiroides. Sus proteínas se asimilan muy bien, pero conviene tomarlo sin piel, donde se acumulan los residuos tóxicos del mar, y congelarlo tres días antes de comerlo, para eliminar sus parásitos.
Verduras. No sólo aportan fibras, vitamina y minerales. Sus compuestos protegen las membranas celulares de los daños que originan las principales dolencias y el envejecimiento precoz. Hay que ingerir al menos 5 raciones diarias de frutas o verduras (en total unos 400 gramos), lo más variadas posible, cada ración del tamaño de una pelota de tenis, de alimento compacto y listo para comer.
Los alimentos no sólo entregan nutrientes al organismo, también le ayudan a repararse del desgaste que sufre y aportándole energía, calor y materia. Además de ser el combustible fundamental, junto con el agua y el aire, para que el cuerpo funcione bien, pueden ayudar a vivir más y mejor si se eligen adecuadamente.
Somos lo que comemos
"Que tu alimento sea tu medicina y tu medicina tu alimento", afirmaba hace alrededor de 25 siglos el sabio griego Hipócrates de Kos, considerado por los libros de historia como el padre de la medicina moderna en el mundo occidental.
Su concepto se sigue aplicando actualmente, sobre todo en la vertiente más naturista de la medicina, que ha hecho de la 'terapia de la nutrición' uno de sus pilares fundamentales.
La investigación científica aporta continuamente nuevas herramientas y evidencias a esta rama médica, como el reciente Estudio Erasmus, de la Universidad de Rotterdam, en Holanda, que recomienda una serie de alimentos que deben estar presentes en la dieta para fortalecer el organismo y mantener la salud.
Según la médica nutricionista Esther de la Paz, "mantener una dieta de la que formen parte el vino, el pescado, el chocolate negro, frutas, verduras, almendras y ajo, ha aumentado la esperanza de vida una media de 6.6 años en los hombres, y en las mujeres unos cinco años".
"Estas comidas no sólo aumentan las defensas inmunológicas, sino que además revitalizan todo el cuerpo porque la sangre lleva el oxígeno, así como las vitaminas, minerales y nutrientes a los tejidos, además de transportar los desechos y toxinas que recoge nuestro sistema linfático", explicó la doctora De la Paz.
Estos son los alimentos que no deben faltar en tu mesa semanal si quieres cumplir muchos años y con la máxima vitalidad:
Vino: bueno, con moderación. Permite prevenir algunas enfermedades cardiovasculares y determinados cánceres, gracias a la acción antioxidante de sus polifenoles y del resveratrol. El más saludable es el tinto, pues son sus colorantes naturales los que le confieren sus cualidades saludables.
Chocolate negro, un sano placer. Un tercio de su grasa es ácido oleico, el cual disminuye el colesterol en la sangre. Además es muy rico en flavonoides con un efecto cardioprotector y preventivo de la arterioscleosis.
Almendras, una 'bomba nutritiva'. Son el fruto seco con mayor densidad de nutrientes, al ofrecer magnesio, proteínas, cobre, riboflavina, fibras, calcio y grasa monoinsaturada. Son una excelente fuente de vitamina E, un antioxidante que ayuda a retrasar el envejecimiento y a prevenir enfermedades cardíacas.
Ajo, mucho más que una especia. Ayuda a combatir un buen número de hongos, bacterias y virus, aumenta las secreciones bronquiales, estimula las mucosas gastrointestinales, es diurético y antiinflamatorio. Su consumo frecuente ayuda a que la sangre fluya con mayor facilidad y que disminuya la presión sanguínea.
Frutas a diario. Fuente de fibra vegetal y vitaminas, sus vivos colores se deben a su riqueza en pigmentos antioxidantes, que pueden ayudar a protegernos de las dolencias como el cáncer, así como los infartos y la hipertensión. Es preferible tomarlas frescas y de la temporada.
Pescado. Casi todos son ricos en vitamina B12, vital para el sistema nervioso, y en yodo, esencial para la glándula tiroides. Sus proteínas se asimilan muy bien, pero conviene tomarlo sin piel, donde se acumulan los residuos tóxicos del mar, y congelarlo tres días antes de comerlo, para eliminar sus parásitos.
Verduras. No sólo aportan fibras, vitamina y minerales. Sus compuestos protegen las membranas celulares de los daños que originan las principales dolencias y el envejecimiento precoz. Hay que ingerir al menos 5 raciones diarias de frutas o verduras (en total unos 400 gramos), lo más variadas posible, cada ración del tamaño de una pelota de tenis, de alimento compacto y listo para comer.
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