Cómo combatir daño por consumo de enlatados y conservadores

El 99.9 por ciento de los productos que consumen los seres humanos contienen oxidantes, causantes del aumento de enfermedades endógenas, las cuales sólo se pueden combatir mediante consumo de radicales libres y antioxidantes, consideró Antonio Cruz López, Catedrático e Investigador de la Facultad de Medicina de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.

En entrevista, explicó ampliamente que todos los productos alimenticios están expuestos a transformaciones genéticas o conservadores para lograr su mejor aprovechamiento, como es el caso de oxidantes de productos light, conservadores de enlatados, pinturas cosméticas, vinilos y productos de la combustión que causan estrés oxidativo en el organismo, es decir enfermedad.

“Quiere decir que estamos comiendo más oxidantes que los que el cuerpo produce de manera natural, actualmente se consumen en productos transgénicos enlatados y envasados con un alto contenido de conservadores, o existe carne con clembuterol, es decir estamos rodeados de oxidantes, lo que ha aumentado considerablemente las enfermedades endógenas”, aseguró.

Cruz López mencionó, que durante el fenómeno de oxidación y reducción, las células pierden oxígeno, pero cuando esto ocurre de manera acelerada es causa de enfermedades endógenas, resultado del metabolismo celular inadecuado, como alergias, colesterolemia, triglicéridemia, tromboembolias, poliartritis, reumatismo, uricemia, esclerosis múltiple y todas las variedades de cáncer.

Destacó que estas enfermedades, también conocidas de primer mundo, son provocadas por la actividad industrial y agropecuaria, a la hipertensión, diabetes, artritis, embolias, enfermedades musculares y por oxidantes, que aceleran la llamada muerte natural y aunque todas la células van a morir, durante este proceso “oxidativo”, mueren más rápido.

Respecto al origen de los antioxidantes, comentó que éstos surgieron con más fuerza a partir que los cubanos fueron cercados por la disposición de Estados Unidos, y comenzaron a desarrollar y aprovechar la aplicación de la terapia con antioxidantes, descubrimiento que a la larga todo mundo está utilizando.

Puso como ejemplo la Vitamina C, que de acuerdo a investigaciones detiene y controla el cáncer del intestino grueso o de colon, la vitamina E, un antioxidante que se disuelve con las grasas, o las enzimas o los aminoácidos esenciales que no contienen ningún alimento y hay que consumirlos de manera particular.