Refuerce su defensas


Su cuerpo vive bajo la amenaza constante de ser invadido por virus y bacterias, e incluso por sus propias células mutantes. Pero un sistema inmune saludable y bien armado, con el balance adecuado de células sanguíneas y anticuerpos, lo mantendrá alejado de los invasores.

Cualquiera puede construirse un sistema inmune fuerte y saludable, aun las personas de la tercera edad, lo cual contradice la noción sostenida por mucho tiempo de que la inmunidad declina en la edad avanzada.

Si usted se alimenta sanamente, se cuida y se ejercita de manera moderada y regular (el ejercicio extenuante deprime el sistema inmune), puede protegerse contra los invasores que dañan su cuerpo y su salud.

Le daremos las pautas de lo que puede hacer para conservar las defensas de su cuerpo con la vitalidad que requiere para luchar contra el virus de la infuenza humana, que amenaza con “darse una vuelta” por todo el mundo.

Alimente sus glóbulos blancos

Los científicos han sabido desde hace mucho que la mala alimentación puede devastar el sistema inmunológico. Sobre todo la falta de ciertas vitaminas y minerales.

La razón por la que la gente de la tercera edad se asocia a un sistema inmune débil es porque los déficits nutricionales son muy comunes en los adultos mayores, ya sea porque su sistema digestivo no asimila los nutrientes con la misma eficiencia de antes o porque muchas de las personas de edad avanzada ya no pueden adquirir, preparar o ingerir una alimentación nutritiva y balanceada. De hecho, los estudios indican que tanto como un 30 por ciento de los adultos mayores no se alimenta como debiera.

La mayoría de las deficiencias nutricionales involucran minerales como el hierro, el zinc y el selenio; y en el campo de las vitaminas, las más problemáticas son las del complejo B (incluyendo el ácido fólico y la cicolina), la C, D y el betacaroteno (provitamina A).

Esos nutrientes los puede encontrar en los siguientes alimentos: hierro, en los frijoles y el hígado); zinc, soya, espinaca y champiñones; selenio, en la nuez de la India; el ácido fólico en las hortalizas verdes; cicolina, en la coliflor; vitamina C, en los cítricos; vitamina D en el pescado; y betacaroteno en las zanahorias.

Se ha comprobado que la gente que carece de cualquiera de esos nutrientes tiene en su cuerpo menor cantidad de células “asesinas”, un tipo de glóbulos blancos que constituye la primera línea de defensa contra los virus y las bacterias.

Investigadores canadienses encontraron que había mayor probabilidad de infecciones virales en las personas que tenían en su cuerpo bajos niveles de los minerales y las vitaminas mencionados.

Pero en los individuos bien nutridos, los estudios sugieren que la función inmune permanece fuerte, aun en las personas ancianas.

Más interesante: dos pruebas clínicas han encontrado que las personas que llevan una alimentación natural balanceada y diversa, muestran un sistema de defensa más fuerte que aquellas que dependen de los suplementos de minerales y multivitamínicos que vienen en una botella.

Vitalice el sistema

Los investigadores de la salud han identificado cuatro pasos que pueden mejorar su sistema inmune…
1. Duerma bien

La falta de sueño parece causar que algunos componentes del sistema inmunológico ataquen el cuerpo erróneamente. Esto puede empeorar los desórdenes autoinmunes como la artritis, y también causar inflamación arterial, lo cual contribuye a dañar el corazón.

Además, el sueño insuficiente disminuye la actividad de las células “asesinas” (las que protegen se cuerpor de virus y bacterias).
Y la falta de sueño puede ser dañina de otras maneras; por ejemplo, afecta el rendimiento mental y físico.

2. Asegure la vitamina D

Este es uno de los mejores protectores del sistema inmune. El cuerpo puede sintentizar esta vitamina con sólo exponerse al Sol unos 10 minutos cada día, lo cual es fácil de hacer en el verano. Pero en el otoño y el invierno mucha gente permanece en los interiores y entonces aparecen las deficiencias de vitamina D. Esta es la razón por la que se cree que uno se enferma con más facilidad en la temporada de otoño e invierno.

El cuerpo necesita algo de sol para producir vitamina D, pero demasiada luz solar puede suprimir su sistema inmune.

Si usted debe pasar más de 20 minutos en el sol, use ropa protectora y lentes oscuros.

Y en los tres meses de invierno es deseable tomar un suplemento de vitamina D como la que viene en las cápsulas de aceite de pescado que le venden en las tiendas naturistas.

3. Limite su exposición a los pesticidas
Para reducir la exposición a los pesticidas, lave bien las frutas y verduras bajo el chorro de agua, a fin de eliminar los residuos de químicos que vienen en las hojas y frutos desde los campos de cultivo.

Los residuos de pesticidas deprimen el sistema inmune.

4. Ejercítese con moderación y de manera regular
Durante los ejercicios muy intensos, el cuerpo tiene que soportar mucho estrés físico, esto debilita la función inmune, y hace que los virus y bacterias ganen la batalla si atacan al cuerpo en esos breves periodos de sobreejercitamiento.

Sin embargo, está claro que los ejercicios que no son extenuantes tienen el efecto opuesto; es decir, refuerzan el sistema inmune.

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