Fitoterapia: recomendable ante las primeras alteraciones de la glucosa

Cerca de 250 millones de personas en el mundo padecen diabetes y se estima que en 2025 se alcanzará la cifra de 400 millones. En España, el índice de prevalencia ha aumentado un 50 por ciento desde 1993, y afecta en 2007 al 6,3 por ciento de la población comprendida entre los 30 y 65 años.

Correo Farmacéutico
Por Joanna Guillén Valera
21/07/2008

Además, un 10 por ciento de los pacientes con diabetes tipo 2 y el 25 por ciento de prediabéticos no sabe que padece la enfermedad. Esta situación hace que cobre aún más importancia todo tipo de tratamientos para prevenir y tratar la enfermedad. Por este motivo la Universidad de Alcalá de Henares, de Madrid, organizó la semana pasada un curso de verano sobre la utilidad terapéutica de las plantas medicinales en la sociedad actual, una jornada en la que la diabetes ocupó un lugar destacado.

Como explicó Manuela Plasencia, profesora titular de la universidad y directora del curso, "desde que la Organización Mundial de la Salud en 1985 reconociera la importancia de las plantas en el desarrollo de tratamientos para la diabetes, numerosas investigaciones se están promoviendo en este terreno terapéutico".

Según la base de datos Napralet, comenta, "se conocen hoy en día aproximadamente 1.200 especies vegetales utilizadas como antidiabéticas. De ellas -señala-, casi la mitad se emplea en medicina tradicional por sus propiedades hipoglucemiantes y, asimismo, aproximadamente el 50 por ciento de estos tratamientos naturales ha sido sometido a algún estudio experimental".

Como coadyuvante
Sin embargo, apunta, "hay que recordar que aconsejar o administrar fitoterápicos en diabéticos es recomendable cuando comienza a existir glucemia basal alterada (en ayunas de 100 - 125 mg/dl) puesto que con estas cifras ya se observa un incremento del riesgo cardiovascular y también porque un porcentaje de estos pacientes corren el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2".

Este planteamiento fitoterápico, indica, "debería ser complementado con medidas higiénico-sanitarias, es decir, ejercicio físico y control de peso, ya que una intervención de este tipo sobre el estilo de vida puede originar un descenso de entre uno y dos puntos en los valores de hemoglobina glicosilada".

Diferentes opciones
Los mecanismos de acción de las plantas medicinales son muy variados, explica Plasencia. "Las especies vegetales hipoglucemiantes poseen principios que actúan por diversos mecanismos farmacológicos".

La goma guar, por ejemplo, "es un polisacárido que, administrado antes de las comidas, se trasforma en un gel viscoso que provoca cierta sensación de saciedad. Durante las comidas interfiere en la absorción de algunos nutrientes como el colesterol y la glucosa, cuyo efecto es el más buscado con el empleo fitoterápico", apunta.

Otras de las especies vegetales que el farmacéutico puede recomendar son la gymnema cuyo uso se asocia a una disminución de la absorción intestinal de glucosa y promueve un incremento de su transporte intracelular, o el arándano mirtilo, con acción antidiabética por su alto contenido en cromo.

"Los estudios clínicos de esta especie (tres de ellos recogidos en la revista Cochrane) -explicaconfirman la eficacia del fruto como reparador de la microcirculación, lo que hace enfocar su empleo como preventivo de complicaciones vasculares de la diabetes como la retinopatía, nefropatía o alteración de la circulación de las extremidades inferiores".

Ayuda natural
Algunas plantas medicinales que ayudan a tratar la diabetes:

Gymnema: Compuesta por ácidos gimnémicos. Ensayos farmacológicos y clínicos permiten atribuirle propiedades hipoglucemiantes e hipocolesterolemiantes debidas a saponósidos y triterpénicos derivados de oleoanano.

Arándano Mirtilo: Contiene cromo, flavonoides, ácidos fenólilcos y antocianos. Ensayos clínicos demuestran mejoría de la función retiniana en pacientes con miopía o glaucoma y con retinopatía diabética no proliferativa.

Goma Guar: Se utiliza como tratamiento coadyuvante de la diabetes mellitus, en asociación a tratamientos dietéticos y/o farmacológicos. Asociado a un régimen pobre en grasas puede ayudar a controlar una hipercolesterolemia moderada.

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