Sobre los alimentos enlatados


Por mucho tiempo se ha cuestionado la calidad nutricional y la seguridad de los alimentos enlatados. Conoce cuáles son los mitos que los rodean y descubre la realidad.

Hoy en día, debido a la vida tan agitada que llevamos, es común encontrarnos con distintas alternativas alimenticias, entre las que contamos a los alimentos enlatados.

Mucha gente ahora le dedica poco tiempo a la elaboración de comidas caseras, por lo que recurre a esta opción, pues es muy práctica y de fácil manejo. Sin embargo, algunas personas aún creen que los productos en lata carecen de frescura, que son poco nutritivos, que saben a metal, que tienen conservadores dañinos para la salud, entre otras preocupaciones. ¿Será cierto todo lo que se piensa de ellos? Veamos cuál es la realidad.

Cuando abrimos un alimento enlatado, hay que sacarlo rápidamente de la lata, pues puede producir intoxicación o envenenamiento


La verdad:

Una lata es un recipiente hermético y estéril interiormente al momento de abrirse, ya que durante el proceso de enlatado se sometió a un proceso térmico. Incluso, cuando el alimento se pasa de la lata a otro recipiente, como un plato, es probable que se contamine pues puede ser que este último se encuentre contaminado.

Tienen conservadores que son muy dañinos para la salud


La verdad:

En realidad no los necesitan, pues se pasteurizan aplicándoles temperaturas que son perfectamente controladas para eliminar cualquier microorganismo que pudiera alojarse en ellos. Para su conservación se usan ingredientes naturales como azúcar (almíbar), vinagre, aceite vegetal o sal (salmuera).

Saben a metal y tienen plomo


La verdad:

La automatización de procesos desde la elaboración, envasado, recubrimiento y sellado hermético al vacío, evita el contacto entre el contenido y la lata; e impiden la migración de metales pesados como el plomo hacia los alimentos o líquidos, lo cual evita su contaminación.

Contienen mucho sodio

La verdad:

Actualmente tienen una mínima cantidad de sodio para que personas con problemas de salud, como los hipertensos, puedan consumirlos sin riesgo alguno.

Son productos viejos y ya no son útiles, pues llevan mucho tiempo en la estantería


La verdad:

Al contrario, los enlatados tienen una vida mucho más larga al estar protegidos contra gases y luz.

Cuando se les quita el líquido que tienen, se elimina parte de los nutrientes


La verdad:

Al quitar el líquido no se eliminan los nutrientes porque el primero sólo se utiliza como cobertura.

Son sometidos a varios procesos de cocción, por lo que pierden sus características iniciales


La verdad:

Un alimento enlatado es sometido a procesos menos dañinos para el producto, en comparación con los que se preparan a nivel doméstico. Esto se debe a que la preparación industrial presenta un mayor control de la temperatura y de las condiciones higiénicas, así como también en la calidad del producto.

No son nutritivos


La verdad:

Estos alimentos contienen las mismas calorías, vitaminas, minerales, proteínas y carbohidratos que los frescos y/o congelados.

Pueden alterarse fácilmente


La verdad:

La probabilidad de que un alimento enlatado sea alterado es muy escasa. En caso de que sí llegue a lograrse, se hace por lo general dentro de las primeras 72 horas tras su elaboración, y es fácilmente detectable, lo que permite al empacador realizar una adecuada selección y análisis de los productos que van a salir al mercado.

Ahora que ya sabes todo esto, no temas consumir alimentos en lata pues, como ya has visto, éstos son una buena opción de alimentación al conservar sus nutrimentos a pesar de ser procesados, por lo que resultan muy saludables; además, no son dañinos, tienen un alto nivel de higiene y son prácticos y de fácil manejo.

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