Expertos indican que bajar de peso mejora función cardiovascular
Las personas obesas que bajan unos cuantos kilogramos de peso mejoran su función cardiovascular, asegura un estudio publicado en la revista Journal of the American College of Cardiology.
Para llegar a esas conclusiones investigadores estadounidenses analizaron los efectos que sobre el corazón tendría adelgazar entre cinco y 10 por ciento de peso corporal, incluso de suceder una posible recuperación de los kilogramos perdidos tiempo después.
En el análisis intervinieron 60 individuos obesos, de 22 a 64 años, cuyos índices de masa corporal oscilaban entre 30 y 44 (por encima de 30 refleja obesidad leve y más de 40 es signo de obesidad mórbida), quienes siguieron dos tipos de dieta y realizaron ejercicios.
Al inicio del estudio, a los participantes, muchos de ellos hipertensos, se les realizó una ecocardiografía avanzada e imágenes por ultrasonidos, en los que encontraron leves disfunciones coronarias.
Durante los seis primeros meses de la investigación, los voluntarios redujeron en un nueve por ciento su peso inicial, aunque no fue hasta casi un año después que se detectaron mejoras en la función cardiaca (función de bombeo, disminución del grosor de las paredes de la carótida).
También las cifras de triglicéridos y colesterol mejoraron, señala el artículo.
Este ensayoo estudio sugiere que después de un tiempo los corazones de las personas obesas pueden perder parte de su habilidad de bombeo y relajación, lo que conduce a la insuficiencia cardiaca.
Sin embargo, al perder peso la gente puede retroceder en el tiempo y lograr un rejuvenecimiento de la función coronaria, concluyeron los especialistas.
Para llegar a esas conclusiones investigadores estadounidenses analizaron los efectos que sobre el corazón tendría adelgazar entre cinco y 10 por ciento de peso corporal, incluso de suceder una posible recuperación de los kilogramos perdidos tiempo después.
En el análisis intervinieron 60 individuos obesos, de 22 a 64 años, cuyos índices de masa corporal oscilaban entre 30 y 44 (por encima de 30 refleja obesidad leve y más de 40 es signo de obesidad mórbida), quienes siguieron dos tipos de dieta y realizaron ejercicios.
Al inicio del estudio, a los participantes, muchos de ellos hipertensos, se les realizó una ecocardiografía avanzada e imágenes por ultrasonidos, en los que encontraron leves disfunciones coronarias.
Durante los seis primeros meses de la investigación, los voluntarios redujeron en un nueve por ciento su peso inicial, aunque no fue hasta casi un año después que se detectaron mejoras en la función cardiaca (función de bombeo, disminución del grosor de las paredes de la carótida).
También las cifras de triglicéridos y colesterol mejoraron, señala el artículo.
Este ensayoo estudio sugiere que después de un tiempo los corazones de las personas obesas pueden perder parte de su habilidad de bombeo y relajación, lo que conduce a la insuficiencia cardiaca.
Sin embargo, al perder peso la gente puede retroceder en el tiempo y lograr un rejuvenecimiento de la función coronaria, concluyeron los especialistas.
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