Los trucos de Coca-Cola para esconder sus calorías

El refresco más famoso del mundo, de nuevo en el ojo del huracán. Con datos en la mano, análisis de expertos, críticas de políticos... todos quieren hablar de la Coca-Cola y parece que el lanzamiento de un nuevo producto -la lata de 22 centilitros- hace regresar viejas polémicas sobre los presuntos y supuestos efectos dañinos en la salud. ¿Qué hay de mito y qué de técnicas de marketing en todo esto? ¿Hay algún interés en dañar la imagen del refresco más consumido del planeta?

Coca-cola ha decidido reducir en Estados Unidos el tamaño de los botes de su refresco estrella -la Coca-Cola de toda la vida, con su azúcar y su cafeína-. La nueva lata tendrá una capacidad de 22 centilitros en lugar de 33 y, como consecuencia, reducirá las 140 calorías actuales a 90. Según la compañía, han tomado esta decisión para luchar contra la obesidad mientras dejan que la gente decida cuántas calorías ingiere sin que tenga que dejar de tomar la bebida que le gusta.

Aunque, en principio, pueda parecer un gesto de responsabilidad empresarial, hay otras versiones. Según el diario norteamericano Washington Post, Coca-Cola busca ahorrase un dineral, pues en EEUU se están planteando aplicar un impuesto a cierto tipo de bebidas para frenar la obesidad. Las explicaciones ofrecidas por la compañía no convencen, ya que, por muy pequeñas que sean las latas, si alguien consumiera dos estaría ingiriendo 180 calorías, es decir, 40 más que con los 33 centilitros.

Desde FACUA-Consumidores en Acción hacen hincapié en este punto: "La fórmula tiene demasiado azúcar y eso es lo que habría que cambiar, además hay tamaños más grades y la gente puede tomarse dos latas. Habría que cambiar la fórmula, pero podría alterar el sabor", dijo a Diariocrítico Rubén Sánchez, portavoz de FACUA.


Refrescos, azúcar y obesidad

Según la Organización Mundial de la Salud, el aumento del sobrepeso y la obesidad en todo el mundo es uno de los principales desafíos para la salud pública. Personas de todas las edades y condiciones se enfrentan a este tipo de malnutrición, a consecuencia de la cual están aumentando las tasas de diabetes y de otras enfermedades relacionadas con el régimen alimentario. En los países en desarrollo hasta el 20% de los niños menores de 5 años tienen sobrepeso.

Por otra parte, la OMS advierte de que la obesidad y el sobrepeso afecta más a los que menos tienen. "Los grupos de bajos ingresos de todo el mundo y las poblaciones de los países en transición económica suelen sustituir los alimentos tradicionales ricos en micronutrientes por bebidas azucaradas (por ejemplo, refrescos) y alimentos salados y dulces, ricos en grasas y energía, que son objeto de intensa publicidad. Esas tendencias, unidas a una reducción de la actividad física, se asocian a una creciente prevalencia de obesidad. Se necesitan estrategias encaminadas a mejorar la calidad de las dietas aumentando el consumo de frutas y verduras, además de fomentar la actividad física, a fin de frenar la epidemia de obesidad y de las enfermedades a ella asociadas", explica la institución.

Por lo preocupante de la situación, la OMS trabaja desde hace años en analizar las causas y buscar soluciones. Por eso, en 2003 realizó un informe llamado 'Dieta, nutrición y prevención de enfermedades crónicas' en el que los refrescos azucarados no salían muy bien parados y alertaba de su estrecha relación con la obesidad. "El consumo elevado y creciente de bebidas azucaradas por los niños en muchos países es sumamente preocupante. Se ha calculado que cada nueva lata o vaso de bebida azucarada que consumen al día aumenta en un 60% su riesgo de acabar siendo obesos", afirma el informe.

Para la OMS, está muy claro que hay que hacer para prevenir esta enfermedad, sobre todo en el caso de niños y adolescentes y aconseja, además de promover un estilo de vida activo y el consumo de frutas y verduras, restringir la ingesta de refrescos azucarados.

Pero los refrescos azucarados no sólo inciden en la obesidad y el sobrepeso, sino que también están vinculados a otras enfermedades como la erosión dental. Según el informe citado anteriormente, "se ha demostrado que los aumentos de la erosión dental relacionados con la edad son mayores en las personas que consumen más refrescos", por lo que para reducir la incidencia de la erosión dental aconseja limitar la cantidad y frecuencia de ingestión de refrescos.

Por todo esto, la bebida azucarada de Coca-Cola está cada día más en el punto de mira, habrá que ver si finalmente se atreve a rehacer su mítica fórmula para reducir realmente la cantidad de azúcar y convertir su lema 'la chispa de la vida' en algo más realista.


'Guerra' a los refrescos

En España, el Gobierno ha preparado el proyecto de la Ley de Seguridad Alimentaria con la que pretenden eliminar de los colegios las máquinas que vendan chucherías, bollería y bebidas con exceso de azúcar. En estos momentos, el anteproyecto está en una etapa de audiencia pública en la que se atienden a los actores implicados en la nueva ley, luego tendrá que aprobarse por el Consejo de Estado para pasar a su tramitación parlamentaria.

Mientras, la Comisión Europea ha creado la 'Pandilla sabrosa' dirigida a niños y padres para fomentar la alimentación saludable. Y para hacer esta campaña más atractiva para los más pequeños, se ha creado una Web en la que encontrarán juegos y concursos con los que se divertirán mientras aprenden conductas saludables.


Los problemas de 'Coca-Cola Zero' en la Venezuela de Chávez

Pero la bebida azucarada no es la única de la marca que ha tenido problemas Coca-Cola Zero ha sido prohibida en Venezuela. Allí el ministro de Salud, Jesús Mantilla, dijo en junio de este año que el producto debía dejar de comercializarse para preservar la salud de los ciudadanos. El problema, según denunciaba Mantilla, es un componente que puede resultar perjudicial para el ser humano". Sin embargo el venezolano no aclaró a qué ingrediente concreto se refería.

La compañía ha obedecido y la producción y venta de este producto se han paralizado, pero, mediante un comunicado afirmó que " Coca Cola Zero no contiene componente alguno que pueda ser perjudicial para la salud", como sostiene el Gobierno de Chávez.

¿Qué hay detrás de tanta fijación en el refresco más consumido del planeta? ¿Por qué Pepsi, la segunda bebida de cola más popular no sufre estas miradas tan atentas en su consumición? Interrogantes que difícilmente tendrán unas respuestas fijas y estables, puesto que los mitos, las sombras y posibles intereses comerciales planean continuamente sobre la Coca-Cola?

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