Tratamientos adelgazantes milagrosos : ¡¡¡cuidado!!!

Por Claudia Durán, especialista en Nutrición

En el merchandising del adelgazamiento todo parece valer. Desde pastillas de dudoso efecto, dietas sin respaldo profesional, limitadas a unos pocos alimentos o de muy bajas calorías, hasta aros, pulseras o fajas. Muchos de estos recursos son creados sólo con criterio comercial y adecuados a los posibles compradores. Pretender bajar de peso con fórmulas mágicas puede no dar ningún resultado o bien acarrear consecuencias perjudiciales para la salud.

¿Qué son las dietas milagro?

Podemos definirlas como planes para adelgazar que se popularizan durante un tiempo -dietas de la luna, la manzana, el pomelo, y similares- y prometen un resultado rápido y eficaz, con pocos esfuerzos. Generalmente no se cumple lo prometido, y la consecuencia más común es el "efecto rebote": se vuelven a recuperar los kilos perdidos, y a veces algunos más. Eso, por no hablar de las deficiencias nutricionales que generan.

Las dietas que son muy difíciles de sostener y se apoyan sólo en la voluntad, tarde o temprano se abandonan. Los kilos que con alegría se vieron desaparecer, vuelven rápido. Esto sucede porque el organismo, al encontrarse frente a una importante restricción calórica, reduce la tasa metabólica, podríamos decir que ajusta la velocidad para gastar menos energía y sobrevivir con menos comida. En el momento en que se retoma una alimentación más rica en calorías el organismo continúa aún con su sistema de defensa y como resultado se aumenta nuevamente de peso.

Esto genera, obviamente, sentimientos de frustración en quienes necesitan adelgazar y ven truncadas una vez más sus esperanzas.

Para no caer en la tentación de hacer una dieta mágica se necesita buscar ayuda realmente seria. El respaldo profesional, la información adecuada sobre las dietas seguras son claves para bajar de peso en salud

Adelgazar saludablemente

Las personas que aumentan de peso lo hacen a través de una serie de esquemas de conducta aprendidos y repetidos día a día. Esto, sumado a una tendencia genética, trae como consecuencia engordar.

La decisión de realizar un plan de alimentación saludable implica, por lo tanto, cambiar progresivamente algunos comportamientos que promueven el aumento de peso.
La clave es empezar, aunque sea de a poco.

Un error bastante común es iniciar un programa para adelgazar con el objetivo de perder todo el peso de golpe. Cuando hay muchos kilos que bajar, establecer objetivos irreales generalmente produce sentimientos de impotencia.

Poner límites rígidos para los kilos que se quieren bajar suele generar una presión excesiva que puede hacer que el plan se vuelva una obsesión: se cuenta cada gramo en la balanza, se sufre por cada bocado de alimento y se vive cada día con el temor de abandonar. Finalmente esta situación puede provocar el abandono debido al estrés y la tensión, lo que suele generar frustración, baja la confianza y la autoestima.

Esta forma de pensar también puede hacernos más susceptibles a las dietas de moda que prometen que se perderán 20 kilos en un mes, generalmente muy restrictivas, o que proponen fórmulas mágicas o medicamentos no aconsejables. Recuerde que el descenso de peso razonable para la mayoría de las personas es de 500 gramos o un poco más por semana, después de la primera semana en la que se baja más por pérdida de líquido.

Se puede vivir en el mundo real de los alimentos, disfrutando del placer de comer.
La clave es no perseguir un sueño imposible y proponerse y lograr un objetivo razonable.

Algunos de los tratamientos milagro más difundidos

La dieta de la luna
La dieta de los astronautas
La dieta de la Fuerza Aerea
La dieta según el grupo sanguíneo
La antidieta
La dieta disociada
La dieta del biorritmo
La dieta a base de hierbas
La dieta "del chino"
La dieta de los puntos.
La dieta de un solo alimento (la banana, el pomelo, el limón, la sopa, etc.)
Armar una dieta por su cuenta.
Usar laxantes, diuréticos, anorexígenos, medicamentos pseudohomeopáticos, hormonas tiroideas, células vivas.
Tratarse con aurículoterapia, imanes, colores, túnel fotónico, inyección de gas, golpes, ventosas, etc.
Cómo bajar de peso y mantenerse

Existen factores esenciales para un estilo de vida que promueva un peso saludable:

· la alimentación

· la actividad física

· conductas y hábitos

· el pensamiento y las emociones

El criterio para realizar un plan debe basarse en que es mejor hacer el 10% que nada.

No existen fórmulas fáciles para adelgazar, ni resultados mágicos. Sí existe un tipo de magia personal: aceptar el problema de la obesidad, elegir realmente el cambio, optar por un tratamiento integral que implica una nueva forma de comer y de disfrutar lo que se come. Es un proceso paulatino y tranquilo de modificación de hábitos, con los que se puede después continuar de por vida, sin sentimientos de privación.

Algunas claves para comenzar

Al iniciar un plan para adelgazar es importante revisar el estilo de vida, tomar en cuenta los cambios que conviene poner en práctica, y seguir algunos principios básicos, que hemos denominado las "P." Veamos algunos:

· El Principio. Si desea adelgazar, tome la decisión y comience ya mismo. No importa que sea o no lunes, que inicie o no el nuevo mes, que sea la hora del almuerzo o de la cena. Cualquier momento puede ser el indicado, en especial, éste.

· Plan de alimentación. Puede ser progresivo, es decir, ir cambiando los hábitos de a poco. En todos los casos será fraccionado, con un mínimo de 4 comidas diarias. Cada comida principal debe comenzar con un plato de sopa de hortalizas en invierno o un plato de ensalada abundante en verano. También puede ser caldo.


· Paladar y tradición familiar. Respete su paladar, no se imponga comidas poco habituales. Por ejemplo, si le gusta el pollo, no trate de reemplazarlo, sino busque alternativas: modere la porción, quítele la grasa y la piel, cocínelo de forma saludable (al horno, a la parrilla), no agregue grasas durante la preparación, condiméntelo bien. Comer aquello a lo que se está acostumbrado aumenta las posibilidades del éxito.

· Parecido a lo que comen todos. Es aconsejable que las comidas se parezcan lo más posible a las de toda la familia. No prepare dos menúes, uno "común" y otro dietético. Evitará que su plan tambalee porque es demasiado complicado.

· Paciencia. Muchas veces queremos bajar de golpe todo nuestro sobrepeso. Las expectativas exageradas o poco realistas hacen que, cuando el adelgazamiento se vuelve lento, pensemos en abandonar.
La paciencia es una gran aliada. Los cambios se instalan de a poco y los problemas se resuelven subiendo pequeños escalones, uno por vez.

· Plan Perdurable. Si al iniciar su plan de alimentación piensa que es tan estricto que sólo será capaz de realizarlo durante una semana, o desea abandonarlo unos días después de haberlo iniciado, entonces no es el adecuado para usted. Respete sus necesidades y opte por un proyecto que resulte perdurable, es importante que sienta que puede mantenerlo a través de un tiempo razonable.

· Premios. Su constancia para seguir se verá fortalecida si se otorga premios moderados en forma periódica. Comer porciones moderadas de los alimentos que más le gustan le permitirá ver que no tiene que privarse siempre. Usted decide si los toma o no.

· Perspicacia. Ponga en acción su imaginación al poner en práctica su plan. Si de una manera no funciona, elija otra, u otra. No baje los brazos. Confíe en que con seguridad existe una solución para usted.

· Peso. La modificación progresiva de su peso es lo que permite evaluar si está realizando correctamente el plan o se necesitan algunos ajustes. No se obsesione con la balanza pero esté atento, y otórguele la importancia necesaria para que el plan tenga éxito.

· Placer. Dele lugar al placer. Comer debe ser placentero, sin privaciones extremas que puedan conducir al descontrol. No baja de peso quien no aprende a comer helado. La sensación de que nunca más podremos comer lo que nos gusta es uno de los enemigos para adelgazar. No hay que excluir el helado o el dulce de leche de la alimentación, sino incluirlos moderadamente y disfrutar los momentos en que elegimos comerlos.

· "Plan B". Tenga siempre a mano una alternativa, un "plan B". Durante el plan para adelgazar conviene tener planes alternativos para los problemas que puedan surgir en la práctica: planificar comidas, desarrollar estrategias para comer en reuniones, fiestas, en el restaurante, durante las vacaciones. Conviene elegir alimentos sustitutos, y adoptar conductas que ayudan como: relajarse, salir a caminar, o una actividad que lo distraiga en los momentos difíciles..

· Planificar para lograr un objetivo. Lograr lo que usted desea requiere una planificación previa. A largo plazo, con un objetivo final; y a corto plazo, con un detalle de cómo cumplir cada etapa. Defina su meta, determine el tiempo que necesita para realizarla, planifique cada paso, escríbalo, y prepárese para corregir rumbos si fuera necesario. Luego pase a la acción y muévase hacia su objetivo. No espere a tener un plan perfecto. Haga algo cada día para lograrlo.

· Pluralidad. Su plan de alimentación debe abarcar la mayor variedad posible de ingredientes y platos. Es importante para obtener todos los nutrientes y para que comer sea placentero. Evite la rutina de la ensalada de lechuga y tomate. Se pueden inventar cientos de combinaciones con hortalizas, legumbres, carnes, huevo, frutas, cereales, semillas, condimentos, aceites, salsas. Propóngase la variedad como desafío y prepare recetas ricas y diferentes cada día.

· Porciones. Servirse porciones moderadas es una de las claves para manejar con éxito el programa para adelgazar. Puede comer la misma comida que su familia si disminuye el tamaño de las porciones y sigue las sugerencias del plan. Todo puede ser dietético si se cuida la porción.

· Practicidad. Usted necesita comidas que resulten fáciles de transportar hasta el trabajo, que se puedan congelar y calentar. Cocinar preparaciones que insumen demasiado tiempo puede poner en peligro la continuidad de su plan. Muchas recetas modernas permiten obtener sabores tan ricos como con las tradicionales. Si tiene tiempo y le gusta cocinar ésta puede ser una alternativa. La clave es organizarse y ayudarse con los electrodomésticos y alimentos que faciliten la tarea. Las latas o los congelados, por ejemplo, permiten tener variedad sin necesidad de lavado o preparación previa.

· Predisposición. Piense en forma positiva para llevar adelante su plan. Si hace las cosas bien, tendrá buenos resultados, y si hay que corregir el rumbo, lo podrá hacer en el momento correspondiente.
Vaya de a poco, tome cada día con entusiasmo. Cultive un estado de ánimo favorable, el buen humor y la serenidad.

En conclusión, no hay una sola, sino diversas estrategias para bajar de peso, pero la clave para adelgazar y mantenerse es realizar un plan de alimentación equilibrado, establecer un real compromiso con uno mismo y llevarlo a cabo con perseverancia.

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