La pobreza y el hambre se ensañan con los niños argentinos
Por Ramy Wurgaft para El Mundo
La denuncia que hiciera el Papa, Benedicto XVI, acerca del cariz "escandaloso" que reviste la pobreza y la inequidad social en Argentina, abrió una caja de Pandora, de la que diariamente brotan porcentajes, estudios y comentarios acerca de la suerte que corren los más desafortunados en un país colmado de recursos naturales y humanos.
Alguien rescató del olvido un informe del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) según el cual en Argentina nacen cada día 1.920 bebés de los cuales el 31% son pobres. Traducido a números, serían 606 criaturas las que se suman diariamente a la masa anónima que puebla los barrios de chabolas o las provincias del interior.
El informe se publicó en el 2007 y de acuerdo con los profesionales que tienen trato directo con la miseria, ya está para colocarlo en un museo. Sergio Britos, director del Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil (CESNI), sostiene que el número de personas que nacen dentro de la pobreza es de 950 por día.
"Es muy probable que un 10% de ese contingente, nazca con bajo peso, lo que se traduce en unos 35.000 individuos desnutridos por año. Ellos son el germen de futuros niños con bajo rendimiento escolar y adultos que no consiguen alimentar a los suyos", indica Britos.
El panorama que pinta Edgardo Trivisonno, ex subsecretario de Sanidad de Buenos Aires luce más sombrío aún. "Veinticinco niños por día no alcanzarán el año de vida y 30 no llegarán a los cinco años.
Asimismo, de los 10 millones de niños argentinos que conforman la franja de cero a 14 años, el 57% son pobres y el 25%, indigentes". Un detalle que vale la pena considerar: las cifras se refieren a los años en que el 'progresista' Frente Para la Victoria (FPV), del ex presidente Néstor Kirchner, sucedido en el cargo por su esposa, Cristina Fernández, ha sostenido las riendas del poder.
Al matrimonio presidencial le tocaron en suerte seis años de crecimiento record de la economía, en los que se han recaudado más de 20.000 millones de dólares, sólo mediante el impuesto a las exportaciones agrícolas. En un alarde de realismo, Néstor Kirchner admitió que la pobreza es mayor del 15% que consigna el Instituto de Censos y Estadísticas (INDEC), un organismo bajo control del Gobierno.
La canasta básica cuesta 108 euros
El mismo INDEC sitúa el coste de la canasta básica de alimentos quienes no logran adquirirla entran en la categoría de pobres- en 1.000 pesos (unos 108 euros). La mayoría de los expertos y cualquiera que vaya de compras- aseguran que el precio de la canasta es tres veces mayor.
"Si los clientes de clase media han reducido el consumo de carne, o se conforman con los cortes más baratos, imagínese lo que pasa con los pobres. Ellos compran los huesos que antes se daban a los perros y con eso preparan una sopa", dice Sergio Palaviccino, dueño de una carnicería en Merlo, una localidad en las afueras de Buenos Aires.
Según los datos que arroja la Encuesta Nacional de Nutrición, en Argentina hay 55.000 menores de seis años con desnutrición aguda (pérdida de masa corporal por no ingerir suficientes calorías); 300.000 con desnutrición crónica (bajo peso y estatura); 700.000 con deficiencia de nutrientes esenciales y 600.000 (la mayoría menores de dos años) con anemia por falta de hierro en la sangre.
"No estamos tan mal como en el 2002 (el año de la peor crisis económica en la historia de Argentina) pero vamos retrocediendo en esa dirección. En los dos últimos años la pobreza ha crecido de forma vertiginosa", señala el sociólogo Alberto Morlachetti, de la Fundación Pelota de Trapo.
La denuncia que hiciera el Papa, Benedicto XVI, acerca del cariz "escandaloso" que reviste la pobreza y la inequidad social en Argentina, abrió una caja de Pandora, de la que diariamente brotan porcentajes, estudios y comentarios acerca de la suerte que corren los más desafortunados en un país colmado de recursos naturales y humanos.
Alguien rescató del olvido un informe del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) según el cual en Argentina nacen cada día 1.920 bebés de los cuales el 31% son pobres. Traducido a números, serían 606 criaturas las que se suman diariamente a la masa anónima que puebla los barrios de chabolas o las provincias del interior.
El informe se publicó en el 2007 y de acuerdo con los profesionales que tienen trato directo con la miseria, ya está para colocarlo en un museo. Sergio Britos, director del Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil (CESNI), sostiene que el número de personas que nacen dentro de la pobreza es de 950 por día.
"Es muy probable que un 10% de ese contingente, nazca con bajo peso, lo que se traduce en unos 35.000 individuos desnutridos por año. Ellos son el germen de futuros niños con bajo rendimiento escolar y adultos que no consiguen alimentar a los suyos", indica Britos.
El panorama que pinta Edgardo Trivisonno, ex subsecretario de Sanidad de Buenos Aires luce más sombrío aún. "Veinticinco niños por día no alcanzarán el año de vida y 30 no llegarán a los cinco años.
Asimismo, de los 10 millones de niños argentinos que conforman la franja de cero a 14 años, el 57% son pobres y el 25%, indigentes". Un detalle que vale la pena considerar: las cifras se refieren a los años en que el 'progresista' Frente Para la Victoria (FPV), del ex presidente Néstor Kirchner, sucedido en el cargo por su esposa, Cristina Fernández, ha sostenido las riendas del poder.
Al matrimonio presidencial le tocaron en suerte seis años de crecimiento record de la economía, en los que se han recaudado más de 20.000 millones de dólares, sólo mediante el impuesto a las exportaciones agrícolas. En un alarde de realismo, Néstor Kirchner admitió que la pobreza es mayor del 15% que consigna el Instituto de Censos y Estadísticas (INDEC), un organismo bajo control del Gobierno.
La canasta básica cuesta 108 euros
El mismo INDEC sitúa el coste de la canasta básica de alimentos quienes no logran adquirirla entran en la categoría de pobres- en 1.000 pesos (unos 108 euros). La mayoría de los expertos y cualquiera que vaya de compras- aseguran que el precio de la canasta es tres veces mayor.
"Si los clientes de clase media han reducido el consumo de carne, o se conforman con los cortes más baratos, imagínese lo que pasa con los pobres. Ellos compran los huesos que antes se daban a los perros y con eso preparan una sopa", dice Sergio Palaviccino, dueño de una carnicería en Merlo, una localidad en las afueras de Buenos Aires.
Según los datos que arroja la Encuesta Nacional de Nutrición, en Argentina hay 55.000 menores de seis años con desnutrición aguda (pérdida de masa corporal por no ingerir suficientes calorías); 300.000 con desnutrición crónica (bajo peso y estatura); 700.000 con deficiencia de nutrientes esenciales y 600.000 (la mayoría menores de dos años) con anemia por falta de hierro en la sangre.
"No estamos tan mal como en el 2002 (el año de la peor crisis económica en la historia de Argentina) pero vamos retrocediendo en esa dirección. En los dos últimos años la pobreza ha crecido de forma vertiginosa", señala el sociólogo Alberto Morlachetti, de la Fundación Pelota de Trapo.
Comentarios