Con regreso a clases también llega la comida chatarra
El Instituto Mexicano del Seguro Social, señaló que representa un riesgo para la salud de los alumnos toda vez que Coahuila ocupa el primer lugar en el problema de obesidad.
En el regreso a clases, el Instituto Mexicano del Seguro Social, señaló que los alimentos chatarra en escuelas son un riesgo para la salud de los alumnos toda vez que Coahuila ocupa el primer lugar en el problema de obesidad.
Tan sólo entre la población de cinco a nueve años de edad se presentan incrementos en la masa corporal de hasta 32 por ciento. Este grupo es el más propenso a desarrollar enfermedades crónico degenerativas propias de los adultos, como diabetes mellitus, hipertensión arterial y otros padecimientos cardiovasculares a temprana edad, advierten especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
La nutrióloga Martha Leticia Martínez Viveros, señaló la necesidad de fomentar una alimentación correcta desde el desayuno y promover el hábito de llevar a la escuela un refrigerio nutritivo preparado en casa, a fin de que los niños eviten el consumo de productos no saludables.
El problema de obesidad y sobrepeso infantil es consecuencia, dijo, de la deficiente alimentación y sedentarismo, debido al cambio en los patrones de juego, es decir, a la escasa o nula actividad de los menores por el uso de aparatos electrónicos de video, ver televisión o usar la Internet durante largas horas, por lo que no gastan energía en comparación con los juegos tradicionales.
En Coahuila, la problemática es preocupante, ya que en el corte del 2008 se registraba un 17 por ciento de la población menor a los cuatro años con problemas de obesidad.
Como medida preventiva, Martínez Viveros recomendó que el refrigerio escolar sea preparado de forma balanceada, es decir, que incluya alimentos caseros que según la cocina tradicional mexicana, contienen todos los elementos para ser sanos.
Advirtió que el ritmo de vida actual, donde la madre trabaja fuera de casa, ha provocado que los niños consuman alimentos chatarra, que tienen escaso nivel nutritivo, con exceso de químicos, gaseosas o golosinas que quitan el apetito.
En este cambio de estilo de vida, en el que se carece de tiempo para preparar alimentos sanos, se fomenta una dependencia al consumo de comida rápida, que contiene altas cantidades de grasa e hidratos de carbono.
De acuerdo con cifras del IMSS, se han detectado problemas severos de esta patología, que se ha incrementado en un 30 por ciento en menores en edad escolar, lo que conlleva a altos niveles de colesterol y falta de oxigenación de tejidos en niños de tres años de edad, por lo que especialistas del Instituto impulsan la orientación e información con madres de familia para lograr una alimentación nutritiva.
Las especialistas señalan que se debe fomentar la actividad física en los niños y adolescentes, cuando menos 30 minutos al día: correr, trotar, andar en bicicleta, así como deportes aeróbicos, que son parte importante de su vida y desarrollo, hábitos que deben mantenerse durante toda la vida.
En el regreso a clases, el Instituto Mexicano del Seguro Social, señaló que los alimentos chatarra en escuelas son un riesgo para la salud de los alumnos toda vez que Coahuila ocupa el primer lugar en el problema de obesidad.
Tan sólo entre la población de cinco a nueve años de edad se presentan incrementos en la masa corporal de hasta 32 por ciento. Este grupo es el más propenso a desarrollar enfermedades crónico degenerativas propias de los adultos, como diabetes mellitus, hipertensión arterial y otros padecimientos cardiovasculares a temprana edad, advierten especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
La nutrióloga Martha Leticia Martínez Viveros, señaló la necesidad de fomentar una alimentación correcta desde el desayuno y promover el hábito de llevar a la escuela un refrigerio nutritivo preparado en casa, a fin de que los niños eviten el consumo de productos no saludables.
El problema de obesidad y sobrepeso infantil es consecuencia, dijo, de la deficiente alimentación y sedentarismo, debido al cambio en los patrones de juego, es decir, a la escasa o nula actividad de los menores por el uso de aparatos electrónicos de video, ver televisión o usar la Internet durante largas horas, por lo que no gastan energía en comparación con los juegos tradicionales.
En Coahuila, la problemática es preocupante, ya que en el corte del 2008 se registraba un 17 por ciento de la población menor a los cuatro años con problemas de obesidad.
Como medida preventiva, Martínez Viveros recomendó que el refrigerio escolar sea preparado de forma balanceada, es decir, que incluya alimentos caseros que según la cocina tradicional mexicana, contienen todos los elementos para ser sanos.
Advirtió que el ritmo de vida actual, donde la madre trabaja fuera de casa, ha provocado que los niños consuman alimentos chatarra, que tienen escaso nivel nutritivo, con exceso de químicos, gaseosas o golosinas que quitan el apetito.
En este cambio de estilo de vida, en el que se carece de tiempo para preparar alimentos sanos, se fomenta una dependencia al consumo de comida rápida, que contiene altas cantidades de grasa e hidratos de carbono.
De acuerdo con cifras del IMSS, se han detectado problemas severos de esta patología, que se ha incrementado en un 30 por ciento en menores en edad escolar, lo que conlleva a altos niveles de colesterol y falta de oxigenación de tejidos en niños de tres años de edad, por lo que especialistas del Instituto impulsan la orientación e información con madres de familia para lograr una alimentación nutritiva.
Las especialistas señalan que se debe fomentar la actividad física en los niños y adolescentes, cuando menos 30 minutos al día: correr, trotar, andar en bicicleta, así como deportes aeróbicos, que son parte importante de su vida y desarrollo, hábitos que deben mantenerse durante toda la vida.
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