Menos de 20% de los consumidores confía en que la comida que compra sea segura y saludable, según revela encuesta de IBM
Un nuevo estudio de IBM revela que menos de 20% de los consumidores confían en que las empresas de productos alimenticios desarrollen y vendan productos que sean seguros y saludables para sí y para sus familias. El estudio también muestra que a 60% de los consumidores les preocupa la seguridad de los alimentos que compran y 63% son conocedores de su contenido.
La encuesta, realizada a 1.000 consumidores en las diez mayores ciudades de EEUU, muestra que los consumidores desconfían cada vez más de la seguridad de los alimentos comprados en los supermercados. Su seguridad –y confianza- en los minoristas, fabricantes y tiendas de alimentos está en baja.
El impacto debilitador de los retiros de productos:
83% de los encuestados pudieron nombrar un producto alimenticio que fue retirado de las tiendas en los últimos dos años debido a contaminación u otras preocupaciones de seguridad. Casi la mitad de los encuestados (46%) nombraron la mantequilla de maní, el ingrediente básico de los almuerzos escolares de niños de todo el país, como el retiro de productos más reconocible. La espinaca estuvo en un distante segundo puesto, con un conocimiento de 15% casi dos años después del incidente.
Los consumidores demuestran ser extra cautelosos a la hora de comprar productos alimenticios después de un retiro de productos. 49% de los encuestados es menos propenso a comprar un producto alimenticio nuevamente si ha sido retirado por contaminación. 63% de los encuestados confirmaron que no comprarían el alimento hasta que no se hubiera encontrado y solucionado la fuente de contaminación. Mientras tanto, 8% de los encuestados comentaron que nunca volverían a comprar el alimento, ni siquiera después de que se descubriera y solucionara la fuente de contaminación.
Estos hallazgos subrayan cómo el aumento en retiros y contaminación ha erosionado significativamente la confianza de los consumidores en la seguridad de los alimentos y los productos, así como en las empresas que los fabrican y distribuyen.
Cambios en los comportamientos de los consumidores
63% de los encuestados informa que ha cambiado intencionalmente su comportamiento de compra en el almacén en los dos últimos años porque esperaba una mejor relación precio-calidad (value for money). Y casi la mitad ha cambiado el comportamiento de compra para acceder a alimentos más frescos (45%) o de mejor calidad (43%).
"Especialmente en la economía actual, si los consumidores van a pagar un poco más por un producto de marca u orgánico, quieren asegurarse de estar pagando por algo diferente y de mejor calidad,” comentó Guy Blissett, Líder de Productos de Consumo, del IBM Institute for Business Value. “En todas partes, los consumidores están exigiendo transparencia y mayor información sobre los alimentos que compran para garantizar su seguridad y la de sus familias. Mientras el gobierno, las asociaciones de industria, los minoristas y los fabricantes trabajan para resolver las cuestiones operativas relacionadas con asegurar la seguridad de los alimentos, cada uno de nosotros puede ser más conciente y asumir mayor responsabilidad por los alimentos que compramos.”
¿Qué origen tiene mi comida?
La encuesta reveló que durante los dos últimos años, el apetito de los consumidores por información acerca de productos alimenticios ha aumentado. 77% de los consumidores desea más información sobre el contenido de los productos que compran y 76% quisiera más información sobre su origen. 74% está dispuesto a investigar más y buscar más datos sobre cómo se producen, procesan y fabrican los alimentos. A pesar de esfuerzos de la industria por mantener informados a los consumidores con información más detallada sobre los productos, sigue habiendo una brecha significativa entre las expectativas de consumidores y lo que los minoristas / fabricantes proporcionan.
La encuesta también reveló que los consumidores dedican más tiempo a estudiar las etiquetas para saber qué ingredientes se utilizaron, cuestionan a los supermercados y fabricantes de productos para tener más detalles sobre los productos, prestan más atención a las fechas de vencimiento y hacen verificaciones más profundas sobre marcas específicas de alimentos y su origen. Esto tendrá un impacto aún mayor a medida que la generación de consumidores más jóvenes y más conocedores de la Internet pasa a integrar las filas de los compradores primarios de artículos de almacén.
Todos los años, aproximadamente 78 millones de personas en EEUU contraen enfermedades transmitidas por alimentos y 5.000 mueren, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU. La seguridad de los alimentos es una alta prioridad para los gobiernos, minoristas, fabricantes y consumidores, y de hecho, el presupuesto propuesto por el Presidente Obama incluye una partida de US$ 1.000 millones asignada a la FDA para mejorar la seguridad de los alimentos. Desde enero de 2009, las legislaturas de los distintos estados han presentado más de 600 proyectos de ley sobre la seguridad de alimentos.
"La capacidad de rastrear un producto contaminado durante todo su recorrido hasta llegar a su fuente de producción es clave para modernizar nuestra industria de alimentos. También permitiría a los productores identificar en forma más precisa la planta específica o el país de origen,” señaló Caroline Smith DeWaal, directora de seguridad de alimentos del Centro para la
Ciencia en el Interés Público.[1]
¿Los fabricantes y minoristas de alimentos esperan algo más?
55% de los encuestados tiene confianza el manejo de retiros del mercado por parte de los fabricantes de alimentos en caso de que un producto alimenticio esté contaminado, lo cual indica una disminución en su nivel de confianza en los dos últimos años. Mientras tanto, 72% dijo que confía en que la tienda donde compran productos de almacén tenga un buen manejo de los retiros por contaminación de productos alimenticios.
57% de los consumidores informan que han dejado de comprar ciertos alimentos, incluso durante un corto período, en los dos últimos años, debido a consideraciones de seguridad.
Asumir la responsabilidad: recomendaciones “inteligentes” para consumidores:
Busque a otros consumidores preocupados: conéctese con las personas interesadas en cuestiones de seguridad de alimentos. Comparta información y conocimiento con otros.
Hágase conocer: hable e informe a la tienda local su interés en recibir más información sobre los productos que venden y su origen. Los dueños de las tiendas quieren escuchar, están en un mercado muy competitivo. La investigación de IBM muestra que 75% de los consumidores está insatisfecho con su almacén.
Pregunte a su minorista: evalúe quién proporciona más información sobre los productos que vende. Esto se realiza a través de terminales tipo kioscos en las tiendas, computadoras con pantalla táctil y folletos.
Lea cuidadosamente el envase: algunos productos dan más información que nunca, incluso detalles específicos sobre el establecimiento agrícola donde se cultivaron los ingredientes.
Asuma responsabilidad: aproveche la Internet y visite los sitios web de compañías de productos de consumo para aprender más sobre las empresas y los procesos responsables de los productos que compra. Las empresas están dando mucha información sobre sus productos para ganarse la credibilidad y cambiar la actitud de los consumidores.
Metodología de la encuesta
IBM realizó una encuesta de adultos que realizan compras en almacenes (una vez por mes o más) en las diez mayores ciudades de EEUU durante el mes de junio de 2009. El estudio está destinado a recopilar las opiniones de los compradores en almacenes acerca de cuestiones de seguridad de los alimentos. La encuesta fue llevada a cabo por Survey Sampling International (SSI) utilizando muestras aleatorias de sus paneles en línea administrados en: Atlanta, Boston, Chicago, Dallas-Forth Worth, Houston, Los Ángeles, Nueva York, Filadelfia, San Francisco-Oakland-San José y Washington, DC. Las ciudades se identificaron utilizando áreas de mercado designadas Nielsen Designated Market Areas (DMA). Hay 1.000 respuestas en el conjunto de datos finales – 100 de cada ciudad. No se identificó a IBM como el patrocinador del estudio. Los resultados tienen un margen de error general de 3.1- puntos (nivel de confianza 95%).
La encuesta, realizada a 1.000 consumidores en las diez mayores ciudades de EEUU, muestra que los consumidores desconfían cada vez más de la seguridad de los alimentos comprados en los supermercados. Su seguridad –y confianza- en los minoristas, fabricantes y tiendas de alimentos está en baja.
El impacto debilitador de los retiros de productos:
83% de los encuestados pudieron nombrar un producto alimenticio que fue retirado de las tiendas en los últimos dos años debido a contaminación u otras preocupaciones de seguridad. Casi la mitad de los encuestados (46%) nombraron la mantequilla de maní, el ingrediente básico de los almuerzos escolares de niños de todo el país, como el retiro de productos más reconocible. La espinaca estuvo en un distante segundo puesto, con un conocimiento de 15% casi dos años después del incidente.
Los consumidores demuestran ser extra cautelosos a la hora de comprar productos alimenticios después de un retiro de productos. 49% de los encuestados es menos propenso a comprar un producto alimenticio nuevamente si ha sido retirado por contaminación. 63% de los encuestados confirmaron que no comprarían el alimento hasta que no se hubiera encontrado y solucionado la fuente de contaminación. Mientras tanto, 8% de los encuestados comentaron que nunca volverían a comprar el alimento, ni siquiera después de que se descubriera y solucionara la fuente de contaminación.
Estos hallazgos subrayan cómo el aumento en retiros y contaminación ha erosionado significativamente la confianza de los consumidores en la seguridad de los alimentos y los productos, así como en las empresas que los fabrican y distribuyen.
Cambios en los comportamientos de los consumidores
63% de los encuestados informa que ha cambiado intencionalmente su comportamiento de compra en el almacén en los dos últimos años porque esperaba una mejor relación precio-calidad (value for money). Y casi la mitad ha cambiado el comportamiento de compra para acceder a alimentos más frescos (45%) o de mejor calidad (43%).
"Especialmente en la economía actual, si los consumidores van a pagar un poco más por un producto de marca u orgánico, quieren asegurarse de estar pagando por algo diferente y de mejor calidad,” comentó Guy Blissett, Líder de Productos de Consumo, del IBM Institute for Business Value. “En todas partes, los consumidores están exigiendo transparencia y mayor información sobre los alimentos que compran para garantizar su seguridad y la de sus familias. Mientras el gobierno, las asociaciones de industria, los minoristas y los fabricantes trabajan para resolver las cuestiones operativas relacionadas con asegurar la seguridad de los alimentos, cada uno de nosotros puede ser más conciente y asumir mayor responsabilidad por los alimentos que compramos.”
¿Qué origen tiene mi comida?
La encuesta reveló que durante los dos últimos años, el apetito de los consumidores por información acerca de productos alimenticios ha aumentado. 77% de los consumidores desea más información sobre el contenido de los productos que compran y 76% quisiera más información sobre su origen. 74% está dispuesto a investigar más y buscar más datos sobre cómo se producen, procesan y fabrican los alimentos. A pesar de esfuerzos de la industria por mantener informados a los consumidores con información más detallada sobre los productos, sigue habiendo una brecha significativa entre las expectativas de consumidores y lo que los minoristas / fabricantes proporcionan.
La encuesta también reveló que los consumidores dedican más tiempo a estudiar las etiquetas para saber qué ingredientes se utilizaron, cuestionan a los supermercados y fabricantes de productos para tener más detalles sobre los productos, prestan más atención a las fechas de vencimiento y hacen verificaciones más profundas sobre marcas específicas de alimentos y su origen. Esto tendrá un impacto aún mayor a medida que la generación de consumidores más jóvenes y más conocedores de la Internet pasa a integrar las filas de los compradores primarios de artículos de almacén.
Todos los años, aproximadamente 78 millones de personas en EEUU contraen enfermedades transmitidas por alimentos y 5.000 mueren, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU. La seguridad de los alimentos es una alta prioridad para los gobiernos, minoristas, fabricantes y consumidores, y de hecho, el presupuesto propuesto por el Presidente Obama incluye una partida de US$ 1.000 millones asignada a la FDA para mejorar la seguridad de los alimentos. Desde enero de 2009, las legislaturas de los distintos estados han presentado más de 600 proyectos de ley sobre la seguridad de alimentos.
"La capacidad de rastrear un producto contaminado durante todo su recorrido hasta llegar a su fuente de producción es clave para modernizar nuestra industria de alimentos. También permitiría a los productores identificar en forma más precisa la planta específica o el país de origen,” señaló Caroline Smith DeWaal, directora de seguridad de alimentos del Centro para la
Ciencia en el Interés Público.[1]
¿Los fabricantes y minoristas de alimentos esperan algo más?
55% de los encuestados tiene confianza el manejo de retiros del mercado por parte de los fabricantes de alimentos en caso de que un producto alimenticio esté contaminado, lo cual indica una disminución en su nivel de confianza en los dos últimos años. Mientras tanto, 72% dijo que confía en que la tienda donde compran productos de almacén tenga un buen manejo de los retiros por contaminación de productos alimenticios.
57% de los consumidores informan que han dejado de comprar ciertos alimentos, incluso durante un corto período, en los dos últimos años, debido a consideraciones de seguridad.
Asumir la responsabilidad: recomendaciones “inteligentes” para consumidores:
Busque a otros consumidores preocupados: conéctese con las personas interesadas en cuestiones de seguridad de alimentos. Comparta información y conocimiento con otros.
Hágase conocer: hable e informe a la tienda local su interés en recibir más información sobre los productos que venden y su origen. Los dueños de las tiendas quieren escuchar, están en un mercado muy competitivo. La investigación de IBM muestra que 75% de los consumidores está insatisfecho con su almacén.
Pregunte a su minorista: evalúe quién proporciona más información sobre los productos que vende. Esto se realiza a través de terminales tipo kioscos en las tiendas, computadoras con pantalla táctil y folletos.
Lea cuidadosamente el envase: algunos productos dan más información que nunca, incluso detalles específicos sobre el establecimiento agrícola donde se cultivaron los ingredientes.
Asuma responsabilidad: aproveche la Internet y visite los sitios web de compañías de productos de consumo para aprender más sobre las empresas y los procesos responsables de los productos que compra. Las empresas están dando mucha información sobre sus productos para ganarse la credibilidad y cambiar la actitud de los consumidores.
Metodología de la encuesta
IBM realizó una encuesta de adultos que realizan compras en almacenes (una vez por mes o más) en las diez mayores ciudades de EEUU durante el mes de junio de 2009. El estudio está destinado a recopilar las opiniones de los compradores en almacenes acerca de cuestiones de seguridad de los alimentos. La encuesta fue llevada a cabo por Survey Sampling International (SSI) utilizando muestras aleatorias de sus paneles en línea administrados en: Atlanta, Boston, Chicago, Dallas-Forth Worth, Houston, Los Ángeles, Nueva York, Filadelfia, San Francisco-Oakland-San José y Washington, DC. Las ciudades se identificaron utilizando áreas de mercado designadas Nielsen Designated Market Areas (DMA). Hay 1.000 respuestas en el conjunto de datos finales – 100 de cada ciudad. No se identificó a IBM como el patrocinador del estudio. Los resultados tienen un margen de error general de 3.1- puntos (nivel de confianza 95%).
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