En medio año, los casos de desnutrición severa en Puebla (México) aumentaron 23%: Cenavece

Por América Farias Ocampo para La Jornada de Oriente

De enero a julio de 2009 los casos de desnutrición severa –que se presenta cuando las personas perdieron más de 60 por ciento de su masa corporal y su sistema inmunológico está débil– en el estado aumentaron 23 por ciento respecto al mismo periodo de 2008.

Mientras hace un año se registraron 146 personas con este mal, este año van 180, revela un reporte del Centro Nacional de Vigilancia Epidemiológica de la Secretaría de Salud federal (Cenavece), en el cual se dan a conocer los casos reportados por los sistemas de salud de cada entidad federativa.

De acuerdo con la dependencia federal, en lo que va del año se han detectado 4 mil 25 casos de desnutrición en el estado de Puebla.

Los hombres, son el sector más afectado por este problema ocasionado por la mala alimentación, ya que del total de casos diagnosticados 2 mil 18 se registraron en los varones.

Debido al incremento de casos, la entidad pasó del sexto al quinto lugar en desnutrición, y se coloca debajo de Veracruz, que tiene reportados 6 mil 549 casos; Chiapas, con 5 mil 229; Oaxaca, con 4 mil 739, y Guerrero, con 4 mil 201.

La desnutrición severa a comparación de las de tipo leve y moderado, explica Lourdes Silva Fernández, especialista en Nutrición de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), se presenta cuando el índice de masa corporal de una persona se encuentra 60 por ciento debajo de su peso normal.

Agrega que cuando las personas ya han llegado a esa fase de la desnutrición sus posibilidades de vida se reducen, ya que el sistema inmunológico del paciente se debilita y se vuelve vulnerable al contagio de diversas enfermedades infecciosas.

La desnutrición constituye un grave problema de salud en la entidad. En 2008, la Secretaría de Salud (Ssa) local diagnosticó a 32 mil 993 niños menores de cinco años con este problema, y las jurisdicciones sanitarias de Tepexi de Rodríguez, Zacapoaxtla, Chignahuapan, El Seco y Tehuacán fueron las que reportaron los casos más dramáticos.

De los 529 casos de desnutrición severa, 82 se registraron en la jurisdicción de Tepexi de Rodríguez; 78 en la de Zacapoaxtla; 76 en la de Chignahuapan; 75 en la del El Seco y 73 en la de Tehuacán.

En cambio, Aclatlán de Osorio fue la jurisdicción que tuvo la incidencia más baja en las tres clasificaciones que hay para la desnutrición: leve, moderada y grave, con 560, 105 y cuatro casos, respectivamente. Después fueron Izúcar de Matamoros, Puebla y Huejotzingo.

En el Hospital para el Niño Poblano, en 2008 se atendieron 440 niños con desnutrición grave, 60 más que en 2007.

El estudio la Infancia Cuenta en México 2008, realizado por la Red por los Derechos de la Infancia en México, que agrupa a 63 organizaciones no gubernamentales del país, revela que en Puebla el 12.9 por ciento de los niños que acuden a la primaria presentan talla baja, mientras que el promedio nacional se ubica en 8.9 por ciento.



Pobreza alimentaria

De acuerdo con el Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social en México del año 2008, el 58.9 por ciento de la población del estado de Puebla, unos 3 millones 174 mil habitantes, está en situación de pobreza extrema y no tiene recursos para comprar alimentos ni para satisfacer necesidades básicas de salud, vivienda, vestido y transporte.

El documento revela que el 26.7 por ciento de los habitantes de Puebla padece pobreza alimentaria, es decir, sus ingresos son insuficientes para adquirir los alimentos básicos.

Puebla se ubica por debajo de Chiapas en pobreza alimentaria con 47 por ciento, después Guerrero con 42 por ciento; Oaxaca, 38.1 por ciento; Tabasco, 28.5 y Veracruz, 28.0.

En la entidad está el cuarto municipio con mayor pobreza alimentaria de todo el país: Chichiquila, ubicado en la región del valle de Ciudad Serdán, con un índice del 82.4 por ciento; es decir, de los 23 mil 72 habitantes con que cuenta, a 19 mil 16 personas sus ingresos no les alcanzan para comer.

Puebla también tiene a un municipio que se encuentra entre los 20 primeros que tienen el menor porcentaje de incidencia alimentaria: Santa Catarina Tlaltempan, ubicado en la Sierra Mixteca, con 1.2 por ciento; es decir, de los 795 habitantes con que cuenta, sólo 10 personas tienen ingresos suficientes para comer.

De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en los dos primeros años de gobierno del presidente Felipe Calderón aumentó a 6 millones el número de personas en pobreza alimentaria y de patrimonio.

Se calcula que son 51 millones los mexicanos que viven en pobreza patrimonial y alimentaria en el país, de esos 19.5 millones no tienen recursos ni para comer.



La desnutrición aumenta por la crisis económica

A decir de Flor Romero Plata, especialista en nutrición del Hospital para el Niño Poblano (HNP) la crisis económica es un factor que ha contribuido al incremento de la desnutrición, pues explicó que al disminuir el ingreso económico de las familias, se comienzan adquirir alimentos de baja calidad, con altos contenidos energéticos y nulos valores nutricionales.

“Debido al incremento de los precios de los alimentos la mayoría de la gente ha modificado su dieta y el volumen de productos que consume, pues hace varios años las familias tenían la posibilidad de comprar carne, que ahora se ha convertido en un producto prohibitivo para el 50 por ciento de la población que padece pobreza o pobreza extrema”, señaló.

Añadió que también se ha disminuido el consumo de leche, huevo, tortilla y pan, pues actualmente, a diferencia de lo que ocurría hace dos años, ahora la gente compra productos de menor calidad.

“Eligen un refresco porque lo pueden compartir con la familia y no así la leche; el litro de leche es más caro que un refresco, éste es satisfactorio, pero no nutritivo; las botanas como las papas fritas y las sopas Maruchan, que cuestan entre 3 y 5 pesos, satisfacen la necesidad de alimento, pero no la nutrición”, explicó.

Indicó que esto afecta la salud de la población, ya que han sustituido productos nutritivos por embutidos o refrescos, u otros que contengan azúcares que generan cierta energía, pero se exceden en calorías y provocan enfermedades como la diabetes.

Advirtió que las autoridades deben analizar esta situación, ya que tendrá mayores costos contrarrestar los problemas de salud de la población que equilibrar la economía y apoyar a las familias más pobres del país.

La Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos en los Hogares 2008, refiere que el 36.7 por ciento de los recursos que se destinan para alimentación es para productos de alto contenido calórico, grasas y carbohidratos; 14.8 por ciento para vitaminas y minerales y 3.1 por ciento para proteínas de origen vegetal.

Romero Plata indicó aunque el “el papá gobierno” piensa que la repartición de despensas y desayunos calientes son una solución para lograr la recuperación de los niños desnutridos, éstos alimentos que reparten tienen poco valor nutricional.

“Los menús que se manejan no siempre están equilibrados; muchos se hacen con donaciones que les llegan, entonces, en la escuela las mamás que cocina preparan menús no variados”, refirió.

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