Niños latinos correrían mayor riesgo de desarrollar obesidad

Los investigadores también hallaron que las dietas de los niños con sobrepeso y obesidad eran muy similares a las de los chicos con peso normal. La diferencia era que los pequeños de mayor peso simplemente consumían más calorías.

Al margen del hecho de que comían menos comida rápida, las dietas de los niños latinos eran muy similares a las de los chicos de la población general de Estados Unidos.

Los niños y adolescentes estadounidenses de origen mexicano corren más riesgo de tener sobrepeso que sus pares no latinos, señalaron Theresa F. Wilson y colegas del Colegio de Medicina de Baylor en Houston.

El 23.2 por ciento de los varones y el 18.5 por ciento de las niñas estadounidenses de origen mexicano tenían sobrepeso, comparado con el 15,5 por ciento de los chicos de Estados Unidos en general.

Wilson y su equipo observó la dieta de 1.030 niños de 4 a 19 años que formaban parte del estudio Viva La Familia, una investigación sobre los factores de riesgo genéticos y ambientales de la obesidad en los niños hispanos.

La mayoría de los participantes eran de México o con ascendencia en América central y, segunda generación de estadounidenses.

Cada una de las 319 familias que participaron del estudio tenía al menos un niño con sobrepeso, mientras que el 91 por ciento de los padres eran obesos o tenían exceso de peso.

Alrededor de la mitad de las familias experimentaba inseguridad alimentaria, lo que implica que su capacidad de asegurar la cantidad adecuada de alimento era limitada.

En general, los investigadores hallaron que unos dos tercios de las calorías ingeridas por los chicos provenían de refrescos, pizza, galletas, carnes procesadas y otras comidas elevadas en grasa, sodio y azúcar.

No obstante, el equipo de Wilson indicó que gran parte de las vitaminas y minerales que tendrían que consumir los niños debería provenir de alimentos fortificados, como cereales, granos y bebidas de fruta.

Los niños no parecían estar recibiendo suficiente vitamina D, E, calcio o potasio, revelaron los autores. Tampoco consumían muchas frutas, vegetales y fibra, mientras que su ingesta de grasa, grasa saturada, colesterol, azúcar agregado y sodio era demasiado elevada.

Cerca de dos tercios de las comidas infantiles eran consumidas en el hogar. Mientras que era menos frecuente que se alimentaran en restaurantes o cafeterías de comida rápida que los niños estadounidenses en general, las dietas de los chicos hispanos eran de alguna forma similares.

En un editorial que acompañó al estudio, el doctor Rafael Perez-Escamilla, de la University of Connecticut señaló que si bien los latinos en general enfrentan un mayor riesgo de pobreza, obesidad, diabetes tipo 2 y otros problemas de salud, no deberían ser considerados un "grupo monolítico", debido a su diversidad social y cultural.

El grado de aculturación, o adopción de la cultura imperante en Estados Unidos, entre estos grupos diversos posiblemente juegue un papel importante en su salud, manifestó Perez-Escamilla.

Mientras que la aculturación probablemente conduzca a una peor nutrición entre los inmigrantes latinos de Estados Unidos, añadió el equipo, aún se requiere más investigación para comprender cómo sucede esto y para desentrañar la relación entre una peor dieta y los problemas de salud.

"Salvar esta brecha en el conocimiento es esencial para desarrollar intervenciones basadas en cambios conductuales culturalmente adecuados que apunten a los latinos con diferente grado de aculturación", señalaron los autores.

"Para eso, los estudios deben considerar el contexto social, económico y ambiental en el cual se produce la aculturación", finalizó el equipo.

FUENTE: Journal of the American Dietetic Association, junio del 2009

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