Influenza: No entres en pánico, protégete

Información publicada en El Poder del Consumidor
http://www.elpoderdelconsumidor.org


Elementos que infunden falsa seguridad: automedicarse, vacunarse, usar todo el tiempo tapabocas.

El brote de influenza porcina que vive nuestro país ha generado una alerta internacional pero también una oleada de especulación y confusión que no ayuda a que el consumidor tome las mejores decisiones. Las miles de personas que sufren un resfriado común, dolor de cabeza, sinusitis o irritación en ojos o en garganta hoy caen atrapados por el pánico de padecer influenza. Y la preocupación, el miedo o el stress sólo causan desgaste físico y merman el sistema inmunológico.

Es importante entender que la influenza es una enfermedad curable, sobre todo si identificamos oportuna y correctamente los síntomas. Esta es la clave, contra la cual actúan el miedo y la automedicación.

Cuándo acudir al médico:
Un indicador es tener fiebre, más de 39 grados, pero no como único síntoma. También deben presentarse otros:

En el caso de personas sanas:
• Dolores de cabeza, en la garganta y en el cuerpo
• Sensación de cansancio intenso

Adultos con síntomas agudos:
• Dificultad para respirar
• Síntomas de trastorno de la conciencia
• Vómitos o diarrea

Niños con síntomas agudos:
• Dificultad para respirar
• No despierta o muestra gran irritabilidad
• Convulsiones
• Rechazo a tomar líquidos
• Vómitos o diarrea

Para las personas que venían padeciendo problemas pulmonares, cardiacos o que son diabéticos, deben poner atención a:
• Dolor de cabeza, garganta y cuerpo

Los médicos recomiendan: si sólo identificas alguno de los síntomas mencionados en un miembro de tu familia, sepáralo del resto y pon atención al desarrollo de ese malestar. Si comienzan a presentarse los demás síntomas debes acudir al médico.

Se pueden reportar casos al: 01800-123-1010.

La automedicación
Automedicarse no es recomendable porque no todos los antivirales son eficaces. Hasta el momento sólo el Zanamivir (Relenza) y el Oseltamivir (Tamiflu) ha demostrado efectividad contra este nuevo tipo de virus de influenza, pero su efectividad depende de la adecuada prescripción médica, una vez confirmado el contagio.

Además, el consumo de antivirales sin prescripción puede generar la resistencia del virus o su mutación, lo cual dificultará su tratamiento.

En cuanto a la vacunación, ésta suele realizarse para prevenir la influenza estacional (a fines del otoño), con una vacuna específica cada año de acuerdo a la mutación del virus y se realiza al menos dos semanas antes del probable brote viral, para dar tiempo a que se produzcan los anticuerpos. Por esas razones, es un engaño ofrecer vacunación contra el actual virus: porque este virus es de otro tipo contra el cual aún no hay vacuna y porque ya ocurrió el brote.

Cómo prevenir el contagio:
-Mantenerse alejado de personas con infecciones respiratorias
-Lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón
-Comer frutas y verduras ricas en vitaminas A y C (zanahoria, papaya, guayaba, naranja, mandarina, lima, limón y piña)
-Tomar agua y mantenerse activo
-No compartir alimentos, vasos o cubiertos
-No saludar de beso o mano
-Ventilar y permitir la entrada de rayos solares en casas, oficinas y lugares cerrados, pero sin crear corrientes bruscas de aire
-Mantener limpias las cubiertas de cocina y baño, manijas y barandales, así como juguetes, teléfonos y objetos de uso común
-No fumar en lugares cerrados, ni cerca de niños, ancianos o enfermos
-Evitar espacios concurridos
-No exponerse a cambios bruscos de temperatura
-Evitar la exposición a contaminantes ambientales
-No automedicarse

El tapabocas
No impide el paso del virus sino de las micro gotas -flugge- de saliva que emitimos al hablar o estornudar. Se debe usar en espacios concurridos o en la calle, porque no sabemos qué condiciones sanitarias existen ahí. No conviene usarlo largas horas, ya que la respiración genera humedad (el entorno ideal para el virus). Quienes no están enfermos, lo pueden lavar y volver a usar en caso de que no esté roto o roído. Los ojos son un órgano por el que también entran los virus, de ahí que usar anteojos mejora la protección.

¿Y el trabajo?
La suspensión de clases ha generado una complicación para muchas familias, ya que alguno de los padres debe permanecer en casa. Esto abre la posibilidad de explorar una práctica difundida en países como Estados Unidos, Alemania y Reino Unido: el trabajo a distancia.

Aunque en México la mayoría de los directivos y jefes creen que un trabajador sólo es productivo en la oficina, las condiciones actuales llevan a explorar otras formas de medir el desempeño.

Trabajar desde la casa no sería algo estrictamente novedoso, pues se estima que alrededor de dos millones de mexicanos ya lo hacen y que un tercio de los 23 millones de internautas que existen en el país hacen uso del correo electrónico con fines laborales. Esta crisis sanitaria podría abrir la puerta al cambio en la dinámicas laborales.

Incluso la Secretaría del Trabajo creó una línea telefónica en la cual los trabajadores pueden reportar intolerancia por parte de los patrones: 01 800 911 78 77.

Espacios informativos
Oportunistas anunciantes (cloro, jabones) han lanzado campañas televisivas para mostrarse como los que mejor combaten los virus en el hogar. Esto no es cuestión de marcas, sino de cuidados básicos de limpieza. En contraste, varios espacios informativos han asumido con seriedad este episodio y presentan a especialistas que atienden las inquietudes del público. Son los casos de los noticieros de Carmen Aristegui y Jacobo Zabludovsky, así como los tres espacios informativos de Canal 11 (de 7 a 9, de 1 a 3 de la tarde y de 7 a 9 de la noche).

La inquietud nos puede llevar a un acopio excesivo de información que nos genere más angustia. La recomendación es elegir un espacio que sea serio, con expertos de las principales instituciones médicas, y que nos resulte confiable y entendible. (No confíes en locutores que venden medicamentos).

Comentarios

Entradas populares de este blog

Administre su apetito para adelgazar

Grasas que matan

Millones de diabéticos "mal diagnosticados"