Impulsan el consumo de miel de abeja mexicana




El mercado de la miel se calcula en un valor de mil 512 millones de pesos, lo que incluye exportación y consumo interno, y México se ubica entre los principales productores a nivel mundial, destacó la Organización Nacional de Apicultores (ONA).

El país se encuentra entre los principales productores de miel a nivel mundial y en 2008 ocupó los lugares quinto como productor y tercero como exportador, a pesar de que el sureste mexicano se ha visto afectado por una gran cantidad de huracanes.

Países como Alemania, Estados Unidos y Japón son los principales interesados en consumir miel mexicana, cuya actividad es vital para que la gente no emigre a otros países y así se siga produciendo en territorio nacional.

La miel mexicana es un producto de alta calidad, destaca por sus valores nutrimentales y beneficios a la salud, y su actividad es preponderantemente de carácter social pues genera ingresos complementarios a productores pobres, indicó la ONA.

La miel mexicana está altamente considerada por países europeos por su excelente calidad y valores nutrimentales. Además la apicultura es una actividad preponderantemente de carácter social.

Más de 95 por ciento de los apicultores están debajo del nivel de pobreza y su actividad se caracteriza por baja tecnificación. De esta manera genera ingresos complementarios a los productores más pobres del país.

La Auténtica Miel de Abeja Mexicana, de alta calidad, a la altura de cualquier otro producto a nivel internacional, se identifica por el holograma de la abeja y tiene grandes virtudes ya que su sabor es único por la diversidad de flores del país.

Dicho holograma representa un sello de calidad que avala que el producto cumple con las normas especificadas por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y la ONA en México.

La miel ofrece un gran aporte de energía para el organismo pues está compuesta por carbohidratos simples y más de 70 microcomponentes entre vitaminas, minerales, enzimas y antioxidantes.

Dichos componentes no sólo son necesarios para el cuerpo sino que también proporcionan un mejor funcionamiento en los órganos, como en el sistema circulatorio.

En ese sentido destacan su poder antioxidante y sus características que la hacen una fuente de energía concentrada y de alimento para el cerebro.
Además cuando se utiliza de manera tópica inhibe el crecimiento de bacterias en las heridas y favorece la hidratación.

Asimismo la miel mexicana favorece que los medicamentos actúen con mayor eficiencia, gracias a su gran cantidad de vitaminas y minerales que facilitan el rendimiento de éstos y del organismo.

Una cucharada de miel facilita las funciones digestiva e intestinal, elimina la tos, actúa como antihemorrágico, antianémico y aumenta el glucógeno disponible en el hígado, mientras que su consumo regular es benéfico para el corazón.

Al ayudar a la digestión se considera un alimento altamente recomendable para adultos de la tercera edad y niños mayores de un año, dado que el organismo asimila sus propiedades muy fácilmente.

La miel mexicana es una de las mejores producidas y entre sus virtudes se le conoce por ser expectorante, suavizante de la garganta y vías respiratorias, así como cicatrizante. Incluso es utilizada para la elaboración de cremas y productos para la piel porque cicatriza y humecta.

Asimismo se sugiere tomarla en cuenta para la alimentación básica de atletas de alto rendimiento por su fácil absorción; esto se debe a que las abejas previamente la digirieron y eso facilita que el organismo la asimile mejor.

Cabe destacar que los antiguos pobladores de México la usaban en ceremonias religiosas ya que encontraron un uso terapéutico y formaba parte de su dieta, especialmente de los niños.

Los promotores de la miel aclaran que es un mito creer que es un producto altamente calórico, pues en realidad todo depende de la manera en que cada persona la consuma.
La miel está compuesta por 16 azúcares y entre los principales están la levulosa (fructosa) y la dextrosa (glucosa), por lo cual tiene un alto contenido energético.

Es un endulzante 25 veces más fuerte que el azúcar ordinaria, además es considerada un alimento nutritivo por la presencia de muchas vitaminas, minerales y azúcares.

Está compuesta de un 20 por ciento aproximado de agua y un 80 por ciento de hidratos de carbono procedentes de sus azúcares. De estos últimos un 38 por ciento es fructosa, 32 por ciento glucosa, cinco por ciento sacarosa, siete por ciento maltosa y el resto de isomaltosa, erlosa, rafinosa y otros.

Contiene sales minerales de fácil asimilación ricas en potasio, calcio, hierro, fósforo, magnesio, manganeso y cobre.

Las vitaminas presentes en la miel, aunque en pequeñas dosis, a diferencia de las presentes en frutas y verduras no se pierden de una forma rápida en su almacenamiento, sino que se conservan durante largo tiempo. Destacan las vitaminas A, C, D, E, K y las del grupo B.

También es muy rica en enzimas como diastasa, amilasa, invertasa, catalasa, peroxidasa y lipasa, y en ácidos orgánicos como málico, vínico, cítrico, láctico, oxálico, fosfórico, acético y fórmico. Este último le confiere sus propiedades antisépticas.

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