La vitamina C mejora las defensas
Una y otra vez. La gripe se vuelve recurrente y los virus pueden afectar a la gente varias veces en apenas días. En estas semanas, el médico general, Virgilio Camacho, ha encontrado casos similares. La primera lectura del galeno que labora en la Unidad Médica Familiar es que la gente se vuelve más propensa a las enfermedades cuando se altera el sistema inmunológico (SI).
Este no es más que la defensa natural que tiene el cuerpo contra enfermedades infecciosas causadas por virus, bacterias y parásitos. Allí están, por ejemplo, cuadros leves como gripes o simples resfriados. El SI siempre está alerta para detectar y atacar el agente infeccioso antes de que cause algún tipo de daño.
¿Por qué entonces se altera y no defiende al organismo? Una baja en las defensas tiene explicaciones que van desde problemas emocionales (depresión, tristeza, presión psicológica…), falta de ejercicios físicos, hasta el consumo de alimentos cargados de grasa o automedicación.
Cuando se presenta una baja en la autoestima se afecta la parte del cerebro llamada lóbulo frontal. Este sector se encarga de controlar la personalidad, emociones, razonamientos. Cuando se lesiona, aparecen trastornos como cambio de humor y carácter, desorientación, amnesia…
Eso sucedió con Marcelo Echeverría. Todo empezó hace tres meses cuando se terminó el contrato laboral como diseñador en su centro de cómputo, en el centro de Quito, y se quedó sin trabajo. En esos días también nació su primer hijo, pero no tenía dinero. La preocupación por no conseguir un nuevo empleo hizo que inicialmente aparezcan fuertes dolores de cabeza.
Esa molestia la superó, pero llegó otra. La mínima exposición al frío que en estos días afecta a Quito le produjo gripe. Los medicamentos que consiguió en la farmacia controlaron la mucosidad, los escalofríos y la fatiga generalizada. Pero en menos de una semana tuvo una recaída, pero tampoco acudió al doctor.
Pasó dos semanas y nuevamente los mismos síntomas, aunque esta vez la presencia de mucosidad, por ejemplo, era más fuerte. La enfermedad evolucionó a bronquitis y estuvo a punto de llegar a neumonía.
Cuando se agudizó el mal, al quiteño de 24 años no le quedó más que acudir al hospital Eugenio Espejo. Allí le sugirieron reposo, medicamentos y consumir vitamina C. Camacho comenta que frutas como la mandarina, naranja o limones son cítricos inmunomoduladores. Esto quiere decir que se aumenta la producción de defensas naturales.
A Echeverría le recomendaron consumir un vaso con limonadas calientes en la mañana y otro en la noche. “Los doctores me dijeron que la preocupación me volvió más débil”.
El tratamiento homeopático siempre prioriza el equilibrio emocional. El médico homeópata Édgar Godoy, sostiene que esta especialidad respeta el concepto tradicional que dice: en mente sana cuerpo sano.
Basándose en experiencias como las de Echeverría, Godoy también señala a la automedicación como otro factor que altera el sistema inmunológico.
En ese caso, el no completar las dosis necesarias de fármacos hace que en lo posterior el organismo no responda al tratamiento.
Camacho asegura que la mejor forma de mantener bien el SI son los ejercicios físicos. Esta actividad hace que el cuerpo tenga mayor capacidad de transportar oxígeno a los diferentes órganos. Eso mejora la frecuencia cardíaca y la actividad pulmonar.
A esto se añade la importancia de una buena alimentación. La nutricionista del Hospital Militar, María del Carmen Álvarez, explica que comer bien significa equilibrar las proteínas, carbohidratos, minerales, vitaminas...
Ese equilibrio nutricional -dice la especialista- mejora la fuente de energía “y el organismo tiene más defensas para protegerse. Si no recibe todos los nutrientes no hay esa capacidad”.
Por ello, se recomiendan los minerales que se encuentran en los cárnicos, leche, lácteos, semillas (nueces). Además, vitamina C (frutas y verduras), hierro (carnes rojas, pescados y mariscos). Para estabilizar el SI también es importante el complejo B.
Comentarios