Aumenta obesidad infantil... y persiste la desnutrición
Por Alejandra Meza / El Imparcial
Durante la última década la obesidad infantil ha ido en aumento, pero la desnutrición es un problema que persiste, principalmente en las zonas rurales de la entidad.
Cada mes llegan al Hospital Infantil del Estado de Sonora (HIES) en promedio 10 niños con desnutrición severa, reveló Jaime Gabriel Hurtado Valenzuela, jefe del área de nutrición del nosocomio.
“Es una paradoja lo que tenemos, por un lado la desnutrición y por otro la obesidad, y sin embargo los dos los vemos en la clase más desprotegida, ése es el gran problema de salud que tenemos”, señaló.
La mayoría de los pacientes, mencionó, provienen de la Comisaría Miguel Alemán, Estación Pesqueira, Zamora y otras comunidades agrícolas.
“Ahí hay un conjunto de factores socioeconómicos bien conocidos, multiétnicos, gente que viene de muchas partes del País como Guerrero, Chihuahua, Oaxaca y Sinaloa, que vienen a trabajar a la pizca y viven en condiciones infrahumanas”, señaló.
Generalmente los niños llegan a los centros de salud con diarrea o infecciones respiratorias, pero los médicos se percatan de que están desnutridos y los remiten al hospital.
En ocasiones llegan casi al borde de la muerte, pero luego de estabilizarlos, son hospitalizados en el servicio de recuperación nutricional, detalló Hurtado Valenzuela.
“Los tenemos unas dos o tres semanas, los manejamos con sondita naseogástrica, ve mos cómo van mejorando y se les cambia la alimentación, se le capacita a las mamás sobre lo que se les deberá de dar de comer”, comentó.
Una vez que se les da de alta, son enviados a sus comunidades y se les cita en ocho días para ver su evolución, dijo, pero la mayoría, desgraciadamente, no regresan.
El médico enfatizó que, según han externado los padres de familia, la mayoría de los niños desnutridos viven en condiciones infrahumanas en campos de cultivos o ranchos.
“A pesar de tanta explotación que sufre esa gente, viven en condiciones que deberían llamar la atención de las autoridades, cuando regresan a sus casas después del hospital se topan con que allá no tienen agua potable, drenaje y viven en hacinamiento”, manifestó.
Desnutrición secundaria
La desnutrición no sólo es generada por la falta de alimentos, sino por enfermedades graves como las cardiopatías o las neurológicas, que impiden la correcta absorción de los nutrientes, afirmó el especialista.
Los niños con este tipo de desnutrición, refirió, representan un amplio porcentaje del problema.
“Los niños con desnutrición generalmente cuando la señora entiende bien el problema y se capacita, al niño le va bien, porque se le da comida, pero los niños con desnutrición secundaria tienen un problema más serio”, dijo.
A ellos, añadió, se les apoya también con tratamientos médicos.
Paradoja
El otro gran problema de nutrición infantil es la obesidad, que en los últimos 15 años se ha venido incrementando, subrayó el doctor Jaime Hurtado Valenzuela.
Indicó que mensualmente en el HIES se atienden un promedio de 20 ó 30 casos de sobrepeso infantil en diferentes niveles.
Durante la última década la obesidad infantil ha ido en aumento, pero la desnutrición es un problema que persiste, principalmente en las zonas rurales de la entidad.
Cada mes llegan al Hospital Infantil del Estado de Sonora (HIES) en promedio 10 niños con desnutrición severa, reveló Jaime Gabriel Hurtado Valenzuela, jefe del área de nutrición del nosocomio.
“Es una paradoja lo que tenemos, por un lado la desnutrición y por otro la obesidad, y sin embargo los dos los vemos en la clase más desprotegida, ése es el gran problema de salud que tenemos”, señaló.
La mayoría de los pacientes, mencionó, provienen de la Comisaría Miguel Alemán, Estación Pesqueira, Zamora y otras comunidades agrícolas.
“Ahí hay un conjunto de factores socioeconómicos bien conocidos, multiétnicos, gente que viene de muchas partes del País como Guerrero, Chihuahua, Oaxaca y Sinaloa, que vienen a trabajar a la pizca y viven en condiciones infrahumanas”, señaló.
Generalmente los niños llegan a los centros de salud con diarrea o infecciones respiratorias, pero los médicos se percatan de que están desnutridos y los remiten al hospital.
En ocasiones llegan casi al borde de la muerte, pero luego de estabilizarlos, son hospitalizados en el servicio de recuperación nutricional, detalló Hurtado Valenzuela.
“Los tenemos unas dos o tres semanas, los manejamos con sondita naseogástrica, ve mos cómo van mejorando y se les cambia la alimentación, se le capacita a las mamás sobre lo que se les deberá de dar de comer”, comentó.
Una vez que se les da de alta, son enviados a sus comunidades y se les cita en ocho días para ver su evolución, dijo, pero la mayoría, desgraciadamente, no regresan.
El médico enfatizó que, según han externado los padres de familia, la mayoría de los niños desnutridos viven en condiciones infrahumanas en campos de cultivos o ranchos.
“A pesar de tanta explotación que sufre esa gente, viven en condiciones que deberían llamar la atención de las autoridades, cuando regresan a sus casas después del hospital se topan con que allá no tienen agua potable, drenaje y viven en hacinamiento”, manifestó.
Desnutrición secundaria
La desnutrición no sólo es generada por la falta de alimentos, sino por enfermedades graves como las cardiopatías o las neurológicas, que impiden la correcta absorción de los nutrientes, afirmó el especialista.
Los niños con este tipo de desnutrición, refirió, representan un amplio porcentaje del problema.
“Los niños con desnutrición generalmente cuando la señora entiende bien el problema y se capacita, al niño le va bien, porque se le da comida, pero los niños con desnutrición secundaria tienen un problema más serio”, dijo.
A ellos, añadió, se les apoya también con tratamientos médicos.
Paradoja
El otro gran problema de nutrición infantil es la obesidad, que en los últimos 15 años se ha venido incrementando, subrayó el doctor Jaime Hurtado Valenzuela.
Indicó que mensualmente en el HIES se atienden un promedio de 20 ó 30 casos de sobrepeso infantil en diferentes niveles.
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