Niños, presos de la publicidad engañosa

Al año se venden 20 mil millones de pesos en las tiendas de dulces y alimentos que existen en las escuelas de educación básica de México

EL UNIVERSAL


Persuadir es uno de los objetivos que persigue la publicidad para vender cualquier tipo de producto a través de los diferentes medios de comunicación. Y como parte de ello, ha fragmentando sus diferentes nichos de mercado para que el producto llegue a un publicó objetivo.

En ese sentido, la publicidad infantil se ha convertido en un nicho de mercado y rentable para las empresas que producen y distribuyen golosinas o alimento de muy bajo contenido nutritivo.

De acuerdo con Alejandro Calvillo, director general del organismo El Poder del Consumidor (EPC), fue a partir de los años 90 que los niños empezaron a ser considerados consumidores autónomos, “ desde entonces, la publicidad se dirige a ellos utilizando herramientas como la seducción, el engaño y la manipulación”, aseguró.

Agregó que existen estudios a nivel internacional que señalan que el incremento en los anuncios de comida chatarra está asociado principalmente con el aumento de peso en los niños.

De 17 países, México es el que mayor anuncios por hora presenta con publicidad engañosa que se dirige a los niños, con 39 anuncios por hora, de los cuales 17 pertenecen a alimentos no recomendables.

El segundo país de la lista es Australia con 29 anuncios por hora, de los cuales 12 son de alimentos no recomendables.

La Encuesta de Salud y Nutrición, realizada en México en 2006, señala que 26% de los niños de entre cinco y 11 años tienen sobrepeso y obesidad, y 30% de los adolecentes tienen este padecimiento.

Dicha encuesta sostiene que el sobrepeso y la obesidad han incrementado en la población infantil en edad escolar con un alarmante ritmo del 2.2% anual, el mayor en el mundo.

“Anualmente se venden 20 mil millones de pesos en las tiendas de dulces y alimentos que existen en las escuelas de educación básica de México”, aseguró Abelardo Ávila, investigador del Instituto Nacional de Nutrición.

Agregó que 97% de ese consumo son dulces, refrescos, tortas y sólo un 3% son frutas, verduras y ensaladas.

Karla Ávila Jiménez, directora del Consejo de Autorregulación y Ética Publicitaria (CONAR) aseguró que a fin de evitar más abusos y engaños contra los niños, se trabaja en un código de autorregulación de bebidas y alimentos que, supuestamente, quedará listo este mismo año.

Agregó que lo que se busca es que agencias de marketing, medios de comunicación y empresas anunciantes se unan para crear una cultura de la autoregulación en este tipo de publicidad que se evidencia engañosa y que afecta al consumidor final.

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