Consecuencias de dietas restrictivas del verano
preocupación por lucir una figura esbelta, lo cual las motiva a
iniciar dietas restrictivas que no logran hacer el "milagro", sino por
el contrario, pueden causarle graves daños en su salud a largo y corto
plazo, por eso una dieta debe estar ajustada al peso y talla, entre
otras cosas.***
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por Dra Claudia Durán - Medica Especialista en Nutrición M.P: 16404 - M.N:73561
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Una dieta drástica incompleta y disarmónica a largo plazo, puede
provocar anemia, constipación, problemas digestivos y adelgazamiento
excesivo, entre otros. Mientras que a corto plazo se presenta fatiga,
gastritis, úlceras gástricas y otros tipos de deficiencias por falta
de micronutrientes en el organismo.
Antes de iniciar cualquier régimen alimenticio, es necesario una
evaluación por un especialista en nutrición, quién le sugerirá una
dieta balanceada, sana, nutritiva que evitará el desarrollo de alguna
de las enfermedades antes mencionadas, incluyendo depresión y
ansiedad.
Además del plan alimentario personalizado, se debe optar por llevar
una vida físicamente activa, ya que produce numerosos beneficios para
la salud, tanto físicos como psicológicos.
Está demostrado que el sedentarismo supone un factor de riesgo para el
desarrollo de numerosas enfermedades crónicas. Por lo tanto, es
recomendable alimentarse de manera adecuada y hacer actividad física
diariamente que incluya gimnasia, baile, deporte y educación física.
Es por esto que quienes están con sobrepeso y obesidad, necesitan
tener un plan alimentario individual, que le permita cambiar los
hábitos que le hicieron subir de peso como el consumo de bebidas
gaseosas y alcohólicas, golosinas, comida "chatarra".
Cada uno debe revisar sus hábitos y adoptar, de forma responsable y
con el fin de cuidar su salud, algún cambio en sus prioridades que le
permita conseguir llevar un estilo de vida con una alimentación sana
que incluya abundante agua, alimentos como las frutas y verduras de
estación, consumo moderado de azucares y grasas y adecuado consumo de
fibra dietaría.
Algunos alimentos no deben faltar en la dieta cotidiana, como aquellos
que otorgan al organismo las vitaminas, nutrientes y sustancias
necesarias para su buen funcionamiento. El secreto está en saber
combinarlos y en consumir las cantidades adecuadas.
Este escenario favorece el desarrollo y consumo de productos bajos en
calorías, y de alimentos bioactivos capaces de prevenir los efectos
perjudiciales derivados de la ingesta de otros menos saludables.
Se vaticina un próspero futuro para estos alimentos medicinales, que
en muchos casos persiguen un efecto psicológico más allá de su valor
nutritivo. El paso siguiente son las dietas individualizadas,
diseñadas en función de los genes de cada persona de forma que puedan
prevenir ciertas enfermedades.
La realidad es que los problemas de la alimentación van más allá de si
comemos cada vez peor. La cuestión es si actualmente se dan las
condiciones sociales óptimas (políticas, culturales y económicas) para
que los ciudadanos puedan alimentarse saludablemente.
Se pone de relieve el papel de la alimentación como elemento
diferenciador de las clases sociales, ya que las crisis alimentarias o
la anorexia y la obesidad tienen mayor impacto sobre la población con
menor nivel económico y cultural.
Es previsible que en el futuro se polaricen dos modelos de
alimentación: uno, basado en la producción industrial de alimentos,
destinado sobre todo a las clases más bajas, y otro, dirigido a los
grupos de mayor poder adquisitivo, basado en la calidad y la
producción ecológica.
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